Como revés con guante blanco, el gobernador Tony Gali ha mostrado a sus detractores que fallaron olímpicamente en el diagnóstico de que no podría con la administración y que permanecería a la sombra de su antecesor.
Y es que no solamente ha impreso su estilo en la forma y el fondo de gobernar, con énfasis en su calidez humana, sino que además ha enfrentado retos y complicaciones mayúsculas, como el combate al huachicol, el crecimiento de la inseguridad, la emergencia por huracanes y tormentas, y –sobre todo- los múltiples daños por los sismos de septiembre pasado, por poner algunos ejemplos.
En ninguno de esos casos, con los que muchos otros palidecerían, se ha pasmado su administración.
Tiene una relación de terciopelo con el gobierno federal, ha creado empleos a un ritmo de cien diarios -de acuerdo con la Secretaría del Trabajo-; logró un crecimiento económico histórico y ha mantenido primeros lugares y altas calificaciones en educación y transparencia.
Está cumpliendo con la meta que se impuso a sì mismo y a los integrantes de su equipo de trabajo: “en un día de este gobierno, tenemos que hacer lo que otros hacían en seis”.
En medio de aristas de crisis, se han blindado y nutrido las finanzas y, a contracorriente, la administración galista ha conseguido para el estado un crecimiento histórico.
Esto, a pesar de la incertidumbre en el país, la fragilidad de la hacienda nacional, la tortuosa renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), la inseguridad y el turbulento año que se prevé será 2018 por las elecciones.
Puebla reportó en el segundo trimestre de 2017, en comparación con el mismo periodo del año pasado, un aumento interanual de 8.6 por ciento, de acuerdo con el Indicador Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Es el segundo mejor incremento, solamente detrás de Baja California Sur.
En materia de rendición de cuentas, también se mantiene la firmeza, ya que por cuarto año consecutivo y por la transparencia de las leyes de Ingresos y Egresos, que el Ejecutivo estatal presenta cada año al Congreso local, la entidad obtuvo el primer lugar en el Índice de Información Presupuestal Estatal 2017 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La relación con el gobierno federal es productiva, cordial e institucional, además de que es de los pocos gobernadores con derecho de picaporte a la oficina de José Antonio Meade Kuribreña, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con quien negocia en directo los recursos para Puebla.
De hecho, en un periodo de tres meses, Gali fue anfitrión de tres secretarios de Estado: Meade el 2 de agosto, para poner en marcha un programa de inclusión laboral.
El 23 de octubre del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien lo calificó como un ejemplo de liderazgo en la reconstrucción por daños que dejaron los sismos de septiembre.
Y más recientemente, el 28 de octubre, para la graduación de los cursos de formación de 735 Sargentos de las Armas y de la Policía Militar, recibió al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, quien ya antes había estado en Puebla en otras tres ocasiones entre junio y septiembre.
En educación, el actual gobierno mantuvo por tercer año consecutivo el primer lugar en la prueba del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), que se aplicó en abril a todas las escuelas del nivel medio superior en el país.
Así evidencia que fue un acierto la permanencia de Patricia Vázquez del Mercado al frente de la Secretaría de Educación Pública estatal, una especialista alejada de las grillas, que no se hechiza con el canto de las sirenas hacia las urnas, y que permanece sin trastabillar en su tarea.
Si Puebla hubiera caído en Planea, las críticas hubiesen sido demoledoras y las comparaciones con el ex gobernador Rafael Moreno Valle, más que incómodas.
No fue así.
Por si fuera poco, el gobierno de Gali obtuvo la certificación de la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) por la limpieza en sus licitaciones de obra pública. Un acierto que alcanza tanto a la secretaria de Infraestructura, Martha Vélez Xaxalpa, como al subsecretario de Obra Pública y Comunicaciones, Xavi Albizuri Morett.
Asimismo, en enero próximo se tiene previsto llegar a 30 mil empleos creados en el estado.
El espacio de tiempo que le ha tocado gobernar a Tony Gali es muy breve -apenas sumará 22 meses- y concluirá en diciembre de 2018.
Pero vivir de prisa, trabajar con esta intensidad desbordada, le ha funcionado.
La suya es una administración de sprint, pero también de paso firme.
No hay otro camino.