MORENA, SU MARAÑA Y EL PREVISIBLE FRACASO DE SU CONGRESO NACIONAL DEL DOMINGO

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La maraña que es Morena tendrá un nuevo punto de ebullición este domingo, en su Congreso Nacional Extraordinario. Se perfila el aval a la destitución de la actual dirigencia interina, que encabeza Yeidckol Polevnsky. También, en un audaz albazo, la elección de Bertha Luján, como presidenta del CEN, “por paliza”, en la votación de los 3 mil delegados nacionales (10 por cada uno de los 300 distritos electorales federales del país). Esa es la ruta lógica. Sin embargo, todo lo que ocurra en la Ciudad de México muy probablemente será anulado por el INE, por la ya larga judicialización del proceso. Habría entonces un nuevo dirigente interino o de “transición”. Puebla tiene 150 delegados nacionales: 50 son afines a Luján, pero los otros 100 los controla el barbosismo, que aún podría dar una sorpresa por el sentido de su votación. El morenismo es hoy literalmente un laberinto.

El largo jaloneo interno que ha llevado a la postergación de casi dos meses de la elección de su dirigencia nacional para el periodo 2019-2023 terminaría, aseguran, en la designación de un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) interino, provisional o de transición.

Como se le quiera llamar.

Eso será finalmente la comprobación de que como instituto político el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus dirigentes han sido incapaces de ponerse de acuerdo.

De respetar sus propias reglas.

El Congreso Nacional Extraordinario que está citado para este domingo 26 de enero, en principio, tiene vicios en su convocatoria.

Será, seguramente, impugnado por la todavía presidenta interina y aspirante a convertirse ahora en dirigente estatutaria, Yeidckol Polevnsky Gurwitz.

Ella ha ganado todas las querellas que ha presentado ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

Hasta ahora.

De ahí que el cónclave de los 3 mil delegados nacionales, en el que se avizora la elección de Bertha Luján por un amplísimo margen, se podría caer en el Consejo General del INE.

Y, si llegan a esa instancia, también en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Puebla tiene 150 delegados.

Se estima que unos 50 son afines a Luján y están identificados con el grupo político de la presidenta municipal capitalina, Claudia Rivera Vivanco.

De ahí que, en correspondencia, Bertha Luján más de una ocasión haya defendido a Claudia públicamente y en privado.

También son afines al súperdelegdo (que ni es súper ni es delegado), Rodrigo Abdala Dartigues.

Y al menos de ellos y ellas, unos 15 son de las filas de Heliodoro Luna Vite, el ex secretario de Infraestructura estatal.

Quien también tiene acuerdos con Bertha.

Los otros aproximadamente cien son afines al barbosismo.

Esos votos, en el papel, debieran ir a favor de Polevnsky.

Sin embargo, cuentan dentro de la maraña que hoy es el morenismo, que podrían finalmente definirse en función de “un sentido más útil”, una vez que se ve ya a la actual dirigente interina derrotada.

Lo que se espera este domingo, sin embargo, es que Luján arrase, y se haga “por paliza” de la dirigencia.

Que derrote y deje en la lona -metafóricamente- a Yeidckol y al monrealista Alejandro Rojas Díaz-Durán.

Esa no es la duda.

Lo que está en tela de juicio es si las autoridades electorales validarían ese Congreso.

De no ocurrir.

Habrá un interino.

Cuentan que el Presidente de la República ve con muy buenos ojos a un ex gobernador.

De una entidad del norte del país.

Quien también fue, en su momento, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En tiempos también de confusión y pleitos internos.

Dicen que se apellida Cota.

Y se llama Leonel.

Eso es lo que suena hoy como un rumor.

gar_pro@hotmail.com

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