Desayuno en Casa Puebla

Arturo Luna Silva

Ayer por la mañana estuve en un desayuno con Mario Marín.

Fui uno de los nueve o diez columnistas invitados a compartir el pan y la sal con el gobernador en el anexo de Casa Puebla.

Básicamente fui como reportero.

Con ganas de saber y de entender.

Pregunté lo que quise.

¿El tema?

Cuál otro: la sucesión.

Me contestaron todo, o casi.

Y con ironía, con jiribilla, con largo y retorcido colmillo político

Como es Mario Marín.

Un Marín, sin embargo, inusitado.

Franco.

Relajado.

Bromista.

Seguro -quizá en exceso-.

Y sobre todo más astuto -como un zorro- que nunca.

Hubo no pocas confesiones.

Tanto que agoté las dudas que tenía.

Y confirmé las sospechas que mi cabeza ya tejía.

Salí satisfecho.

Creo que el ejercicio, desde el punto de vista periodístico, fue productivo.

De hecho, por su importancia, por lo que ahí se dijo, por lo que no se dijo y por lo que se interpretó y reprodujo después, debo decir varias cosas -es más: creo que sería criminal callármelas-:

1. ¿Describió los rasgos de su favorito?

Sí, sin duda.

2. ¿Lo mencionó por su nombre?

No, aunque prácticamente hizo un retrato hablado y todos, todos los presentes entendimos de quién estaba hablando -cosa que ya ni noticia es; todo Puebla sabe, y no de ahora, quién es su preferido, quién vive en su corazón y sin pagar renta-.

3. ¿Sumó a Alejandro Armenta a la carrera, loca carrera, a Casa Puebla?

Sí, indudablemente. Habló maravillas del “joven maravilla”. Dijo que ha crecido muchísimo en los últimos tiempos y que es un hombre de resultados. Talentoso. Brillante. Fue el capitán del 16-0. Aunque matizó con un “tal vez no sea su momento”. Palabras más, palabras menos. Quedó claro, clarísimo, que Armenta es el verdadero “Plan B”. Por si las recochinas dudas.

4. ¿Cerró la lista de aspirantes con posibilidades a sólo cuatro?

No, no precisamente. Habló de todos. Dijo virtudes y defectos. Potencialidades y riesgos. Méritos y deméritos. Pero en los hechos a nadie le cerró la puerta. No, al menos no literalmente. Se detuvo, ciertamente, un poco más en Javier López Zavala, en Jorge Estefan Chidiac, en Blanca Alcalá y en el recién sumado Alejandro Armenta.

Quizá por eso alguno de los presentes entendió que la lista de suspirantes nada más quedaba en cuatro, dejando fuera a Enrique Agüera, Jesús Morales, Enrique Doger, Alberto Amador y Víctor Hugo Islas, más los que se acumulen esta semana.

“Cada quien tiene sus canicas”, dijo. “Unos más, unos menos, y cada quien las podrá hacer valer en su momento”, explicó, dejando en claro que el juego está abierto y que en el mismo pueden participar todos. “El PRI alcanza para todos”, subrayó.

No cabe duda que cada quien quiere entender y escuchar lo que quiere, y Puebla es pródiga en ese pantanoso terreno.

De López Zavala destacó que es un gran operador político, un hombre leal e incansable. Popular, querido y cercano a la gente… En fin, que se desvivió en elogios. Naturalmente.

De Jorge Estefan, su gran inteligencia, su capacidad, sus grandes relaciones nacionales, pero también su lejanía de Puebla. Dijo que hizo un gran trabajo como diputado y presidente de la Comisión de Hacienda, pero que eso le impidió, por ejemplo, regresar a su distrito. “Quizá esa lejanía no le alcance”, planteó. Y aún así no sonó a descarte.

De Agüera, sus logros al frente de la BUAP. De hecho, dijo que lo envidiaba por los cuatro años que le quedaban en la máxima casa de estudios. El mensaje fue obvio: el rector seguirá siendo rector. Pleno, poderoso, exitoso y dueño de su tiempo y de su circunstancia. Pero rector.

De Doger, no habló bien pero tampoco mal. Y dejó en claro que no lo tiene vetado para la sucesión. Absolutamente no.

Y de Blanca Alcalá, la amistad que los une y su buen trabajo como presidenta. Tiene, aseguró, todo para sobresalir, sólo que antes debe solucionar el problema del árbol, que se ha complicado, lanzó.

(Por cierto: en ese momento alguien desde el otro lado de la mesa bromeó: “Ya nada más falta que le canten la de “Mi árbol y yo”. Y todo mundo se carcajeó. Incluidos por supuesto Mario Marín, Javier Sánchez Galicia e Ismael Ríos. Fue una buena puntada).

5. ¿Dijo que pondrá gobernador?

No, terminantemente dijo que no, y lo dijo a pregunta expresa, aunque eso sí, mencionó que para nadie es un secreto que hoy, como nunca antes, el CEN del PRI está escuchando y tomando en cuenta la voz de los gobernadores priístas para elegir al candidato del tricolor a la gubernatura, tal y como recién sucedió en Nuevo León, entre otros estados.

6. ¿Habló de la forma, o método, en que surgirá el candidato?

Sí, y con contundencia. Explicó que la convocatoria es facultad del CEN de su partido, pero que seguramente el candidato del PRI a sucederlo será el que esté arriba en las encuestas, sea quien sea, incluso le guste a él o no, porque “lo más deseable” es que el candidato sea de unidad, dado que está probado que una consulta a la base divide, desune, fractura… y lleva a la derrota.

7. ¿Marcó fechas, plazos, tiempos?

Sí, dijo que el próximo agosto será el mes en el que el CEN del PRI empezará a medir a los aspirantes a través de tres encuestadoras (dos nacionales: María de las Heras y Consulta Mitofsky, y una estatal: el CISO de la BUAP), y que el Gran Misterio -así con mayúsculas- podría develarse oficialmente pasado su quinto informe de gobierno.

8. ¿Habló de la carrera a la alcaldía de Puebla?

Sí, también, y sobre este tema dijo que ahí sí todo está más confuso, dada la largaaa lista de aspirantes. Dijo que se necesita un perfil adecuado, más ciudadanizado, para Puebla capital, pues en su experiencia (y ya fue alcalde y ahora es gobernador) resulta más difícil ganar el ayuntamiento capitalino que la propia gubernatura.

9. ¿Dio nombres?

Sí, pero fueron tantos que espero no se me escape ninguno. Mi memoria registra como citados por Mario Marín a: Mario Montero Serrano, Pablo Fernández del Campo, Valentín Meneses, Javier García Ramírez, José Antonio López Malo, Luis Alberto Arriaga, Carlos Meza Viveros, Gerardo Pérez Salazar… y creo que nada más.

Noté que no nombró a Guillermo Deloya ni a Arturo Hernández Davy.

Recuerdo, eso sí, que me llamó la atención, poderosamente, escuchar en esta lista el nombre de su secretario de Gobernación; y es que ahí fue cuando caí en la cuenta que momentos antes, al hablar de los probables aspirantes a la gubernatura, no lo había incluido. Lo ignoró olímpicamente. Y no fue casual. Ahora sé, sin lugar a dudas, que en el 2010 a Montero lo ve más en el zócalo que en Los Fuertes. Es decir: que Montero sí tiene juego pero que su juego está en otro carril, el carril que lleva no a Casa Puebla sino a Palacio Municipal.

10. ¿Habló de la elección del 4 de julio de 2010?

Sí, y ampliamente. Dijo que sin duda ganará el PRI, que sin embargo no será fácil, que si los priístas poblanos se confían pueden llevarse una sorpresa, que el “carro completo” del 5 de julio es un buen primer paso pero que nada garantiza, y que él cumplirá con su parte y su tarea, que es entregar buenas cuentas a los poblanos.

11. ¿Habló de Rafael Moreno Valle?

Sí. Dijo que ve difícil que el PAN lo deje pasar como candidato y que 2007 y 2009 demostraron que su presunta estructura electoral es una especie de mito. “¿Entonces ha vendido espejitos a los panistas?”, preguntó alguien. “Sí, algo así”, respondió, firme como una estatua, el gobernador.

12. ¿Se refirió a su futuro político una vez terminado su gobierno?

Sí, y dijo que si bien tiene bien puestos los pies sobre la tierra y que no escucha el canto de las sirenas, sin duda se ve haciendo política a nivel nacional. No dijo más. Fue cauto. Aunque medio en serio, medio en broma, señaló que no se ve cuidando a sus nietos porque, entre otras cosas, aún no los tiene.

13. ¿Fue una plática off the record?

No, la verdad es que nadie marcó reglas ni dictó líneas. Fue una plática abierta, tan abierta que muchos se sorprenderían. Todo mundo participó, sin restricciones, y todo mundo asumió que la conversación sí era obviamente en corto, pero tampoco impublicable.

Entiendo -y espero no equivocarme, y si no, pues me vale- que cada uno de los presentes podía tomar lo que le pareciera periodísticamente relevante y desechar aquello que en su opinión no lo fuera.

Y eso, eso es precisamente lo que yo he hecho.

***

Anoche trascendió que hoy empezarían los movimientos en el gabinete estatal.

Se habló en concreto, con fuerza, de la renuncia de un secretario.

Hubo, empero, absoluta cerrazón para adelantar el nombre, la dependencia y la causa.

De ser así, no dude que el asunto tenga que ver con asuntos electorales.

Hoy sabremos si todo fue verdad o un simple rumor.

***

También se comentó que a raíz del ya comentado desayuno con columnistas en Casa Puebla, Enrique Doger fijara hoy una postura en una rueda de prensa programada a las 11 de la mañana en el hotel Royalti del Centro Histórico.

Sus colaboradores afirmaron a este reportero que por fin el ex alcalde y ex rector se destapará, es decir, por vez primera dirá abiertamente que sí quiere ir por la candidatura del PRI a la gubernatura, y que aprovechará la coyuntura para pedir equidad y reglas claras en la contienda interna.

“Yo aspiro a ser el favorito… pero de los ciudadanos”, será, más o menos, la columna vertebral de su argumentación.

***

Ahora un correo que sólo la brillante Jennyfer López (o “Carmen Serdán”) pudo haber escrito, a propósito de la entrega de ayer: “¿Quién odia a Blanca Alcalá?”:

“En la política no existe el odio y el amor. Todo es cuestión de negocios y poder.

“¿Quién está detrás de los actores para vilipendiar a Blanca Alcalá Ruiz?

“Los mismos que la tienen sujeta desde el inicio de su administración; los que le amarraron sus manitas aconsejándole llevar la fiesta en paz con un “líder” sin legitimidad.

“Permíteme utilizar las palabras de Manola Álvarez Sepúlveda, ex diputada local, escritas en su columna: “Entre los retos y las vergüenzas”, en la cual platea una acre crítica al actuar de la hoy titular “Marcia Maritza Bulle Navarro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado, (que) no entendió o se hizo como que no entendía.”

“Escribe Manolita:

“El 23 de junio anterior 14 asociaciones civiles y diversas personas le solicitaron que promoviera una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contra la llamada Ley de la familia (reforma al artículo 26 fracción IV de la Constitución Política del Estado), misma que va en contra de los derechos adquiridos por las mujeres a nivel internacional. Y la señora simplemente contestó que no lo haría porque ella no estaba dispuesta a atentar contra la vida.

“Lástima.

“Parecía inteligente y autónoma y resultó con problemas de entendimiento, además de timorata, retrógrada y sometida a las presiones de la “Santa Madre” y del gobierno del estado.”

“En la misma columna Manola nos recuerda el pensamiento de una mujer que fue y es importante gracias a su inteligencia y dignidad:

“La mujer no nace, se hace”, sería el mensaje de Simone de Beauvoir para aquellas que suponen que la mujer sigue siendo esclava del hombre.”

“Te darás cuenta que se cometen muchas tonterías cuando se prescinde de la independencia para ejercer el puesto al que juran cumplir y hacer cumplir.

“Ahora regreso al municipio de Puebla.

“Desde el inicio de la administración municipal, Israel Pacheco siempre ha retado a la presidenta municipal en todas sus formas. Lo paradójico es que los caprichos de este tipo se han cumplido.

“¿Será una estrategia política de la presidenta municipal dejar de hacer y dejar pasar para evitar confrontaciones?

“Solo ella podrá contestarlo.

“Pero lo que tú y yo y los trabajadores del Ayuntamiento podemos afirmar porque nos consta o lo hemos visto o hay antecedentes y documentos, es que Israel Pacheco Velázquez es un cobarde de siete suelas y le teme a una mujer furibunda.

“La que esto escribe o la misma Blanquita, con o sin representación, tendríamos que darle unas buenas cachetadas para que el pendejo respete a las mujeres sean o no funcionarias públicas.

“Israel Pacheco Velázquez nunca camina solo en la calle. Siempre está acompañado. Sabe que existen al menos 400 personas que desean que sufra un “levantón” o que lo atropelle una bicicleta (podría ser la de Enrique Doger).

“Los de Blanquita sólo es un mensaje que alguien le está enviando para que no olvide que los que mandan en el estado son los hombres, machines, cabroncitos que la única igualdad que aceptan es en la cama.

“Así de fácil y de claro.

“Para terminar, en el desayuno que hubo con el gobernador del estado escuchaste de primera mano su posición.

“Luego entonces, saca tus conclusiones: el poder, que por cierto maneja a muchos de tus compañeros dueños de medios de comunicación, dirá quién es la persona elegida, el “favorito” de la mayoría ciudadana.

“Obviamente no va a ser Doger, ni Montero, ni Blanca, ni Estefan, no Chucho, ni Agüera. ¿Quién será?

“Adivinaste adivinador…

“Saludos”.

gar_pro@hotmail.com

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