A nadie, como siempre, ha dejado satisfecho la repartición del dinero en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Especialmente para este Ejercicio Fiscal 2021, la metáfora de la “cobija que no alcanza a cubrir a todos”, se ha hecho más visible por la pandemia del COVID-19, aunado al centralismo con el que la administración de Andrés Manuel López Obrador maneja los recursos.
Por todos lados hay quejas.
Los gobernadores aliancistas le ven cara de revancha a las reducciones de hasta 7 mil millones de pesos que sufrirán sus entidades.
Para Puebla, la tijera presupuestal cercenará entre 6 mil a 7 mil 200 millones de pesos a Puebla, pero podría todavía atajarse.
Aunque el dictamen ya fue avalado en San Lázaro, hay bolsas de recursos adicionales en las que todavía se puede obtener dinero.
En términos brutos, en el PEF el gasto para nuestro estado para 2021 se avaló en 83 mil 259 millones de pesos.
Mientras que en 2020 Puebla está ejerciendo un total de 90 mil 088 millones de pesos.
Esas cifras incluyen participaciones, aportaciones y convenios.
Falta ahora ver las negociaciones y cabildeos directos ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que pueda llevar a cabo el propio gobernador Miguel Barbosa Huerta, conocedor a fondo del tejido del PEF, desde sus tiempos como diputado federal, hace ya 20 años.
Será directamente con Arturo Herrera Gutiérrez, el titular de la SHCP, con quien deba (o hizo ya) el gobernador arrastrar el lápiz.
Concretar proyectos con recursos extraordinarios.
Herrera estuvo en Puebla el pasado 23 de octubre, para la firma de un convenio que busca “para combatir delitos fiscales y de cuello blanco”, de acuerdo con la versión oficial.
Sin embargo, el encuentro fue a más.
El mismo titular de SHCP escribió en sus redes sociales que en el encuentro con Barbosa se discutieron proyectos prioritarios de inversión pública.
Específicamente, para municipios como Teziutlán, Tehuacán y la capital poblana.
Entre otros.
Estos con metas en generar derrama económica, generación de empleos y desarrollo.
No hay coincidencias en la política, ni en la administración pública.
La reunión Herrera-Barbosa se efectuó mientras la Cámara de Diputados realizaba el análisis del Proyecto de PEF 2021.
Fue, finalmente, una visita a domicilio del funcionario del Gobierno de México más asediado y recurrido en esos tiempos de la repartición del dinero.
Y debió ser así, directamente el gobernador cabildeando los recursos para el estado, porque a pesar de tener una de las bancadas más robustas en el Palacio Legislativo de San Lázaro, nada ayudan sus integrantes.
De nada le sirvió a Puebla que el coordinador de Grupo Parlamentario mayoritario, el del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) sea poblano: Ignacio Mier Velasco.
Ni él ni los otros 21 legisladores y legisladoras poblanas, 10 de Morena, 5 de PES, 3 del PT, 2 del PRI, y uno por MC y por el PAN, respectivamente, trajeron recursos al estado.
Es la bancada poblana más grande en la historia (15 de mayoría relativa y 7 plurinominales) y nada pasó.
Las comparaciones son odiosas, pero antes no ocurría eso.
Miguel Barbosa ha tenido que sacar el oficio que aprendió en sus años como legislador.
Ahí está la posibilidad de que a Puebla pudieran llegar más recursos.
Quitarle algo de filo a esa tijera.