LÓPEZ OBRADOR Y MIGUEL BARBOSA, LOS SECRETOS DE UNA BUENA RELACIÓN

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Ha pasado posiblemente inadvertido, incluso para aquellos a quienes les gusta tanto ir recabando las numeralias de la vida pública, pero haciendo cuentas precisas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha venido a Puebla, solamente en este año, cuatro veces. Todas, con especial atención y cercanía con el gobernador Miguel Barbosa. Muchos lo ven como una evidente muestra de que el poblano está entre los consentidos del tabasqueño.

Y así se ve.

Al menos los números lo delatan.

Porque también en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), aunque la entidad tuvo un recorte de casi 6 mil millones de pesos, la puerta en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha quedado abierta para la obtención de recursos adicionales.

Realizando una minuciosa revisión de los tiempos, cada dos meses, el gobernador de Puebla se reúne con el Presidente.

Y no solamente en su condición de representantes populares y gobernantes.

Se reúnen, en ese tono de cercanía y cotidianidad, también Andrés Manuel con Miguel.

O Miguel con Andrés Manuel.

Los personajes.

Las personas.

Los políticos.

Esto ocurre como con ningún otro gobernador.

No se equivocan quienes ven al oriundo de Zinacatepec muy cerca del afecto y la ideología del tabasqueño.

Este sábado 21 de noviembre vendrá López Obrador nuevamente a tierras poblanas.

En el poblado de Tlaxcalantongo, en el municipio de Xicotepec, en la Sierra Norte, a las 14:00 horas, el presidente y el mandatario poblano realizarán la evaluación de Programas Sociales.

En lo que va del año, decíamos, ya son cuatro visitas del Presidente, sin contar encuentros privados o de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) en la Ciudad de México.

Han sido reuniones a domicilio en Puebla.

Con esta nueva gira de AMLO por el estado, queda claro que el Presidente se siente cómodo al lado del Ejecutivo estatal.

Frente a las “grillas”, los malos augurios y aquellos que han tratado de enemistarlos llevando a Palacio Nacional chismes sobre la salud o el estilo personal del gobernador, se trata, sin exageraciones, de un espaldarazo.

El buen ánimo entre ambos ha sido evidente.

Notorio.

No es una casualidad: Puebla es el estado con mejor plan de reapertura económica, ante la plena pandemia.

El encargado de la estrategia nacional contra el COVID-19, Hugo López-Gatell Ramírez, ha puesto de ejemplo a la administración barbosista al menos en cuatro ocasiones en los últimos meses.

La nuestra es también la entidad con la tendencia de contagios más baja.

En materia de seguridad, los delitos han disminuido y hasta la percepción de inseguridad bajó 10 puntos, desde que decididamente el gobierno estatal tomó el mando policiaco en la capital y otros municipios.

Eso además de la tarea cotidiana de las fuerzas estatales.

Y no hay que perder una cosa de vista: cada vez que el Presidente recibe ataques, es Barbosa quien sale a presentar argumentos a su favor y en su defensa.

Es de hecho el único gobernador de la 4T que se suma sin condiciones ni pretextos a sus causas y guerras.

En lo político también es el gobernador más cumplido y leal con el primer mandatario.

De cara al Informe de Miguel Barbosa, la visita de AMLO a Puebla este fin de semana es la confirmación de que la relación goza de cabal salud.

Más allá de filias, fobias y colores.

Ojalá esa excelente relación política y personal se refleje en cosas buenas para Puebla y los poblanos.

Especialmente en 2021, un año que se anticipa muy difícil en todos los sentidos.

gar_pro@hotmail.com

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