COVID 19, EL RETROCESO Y LOS QUE SE LAVAN LAS MANOS

foto-ambulantes

Desde hace más de dos meses, salvo una atípica excepción, Puebla no registraba más de 200 contagios en un reporte. También desde ese tiempo, que se ubica en septiembre, no se registraban 18 muertes para un informe. Nada sorprende que, con estas cifras peligrosas, hayamos dado pasos hacia atrás y vayamos, en el Semáforo Covid Estatal, del amarillo ahora de vuelta al naranja, y con la seria posibilidad de aproximarnos al rojo.

Algunas entidades ya están de nuevo en ese indeseable color: Durango, Chihuahua y Zacatecas.

Baja California está a punto de ir también al rojo.

La CDMX igualmente.

Esta mañana de jueves, el gobernador Miguel Barbosa advirtió que ha crecido el riesgo.

Y su inminencia.

El titular de Salud, José Antonio Martínez García, fue contundente en el diagnóstico.

El relajamiento social generó que la entidad regrese al color naranja en el Semáforo Covid.

Pero hay responsabilidades.

Por supuesto, en primer lugar, nosotros.

Todos en un plural anónimo.

Pero también la falta de aplicación de los protocolos sanitarios y hasta de los reglamentos que, desde antes de la pandemia, ya existían.

La disección de los datos nos lleva a entender este crecimiento de contagios.

De los 209 nuevos casos que se reportaron, 160 están en la capital del estado.

Hay una lógica demográfica.

Pero también hay explicaciones de ineficiencia en la aplicación de protocolos.

De imprudencia.

En estos días, el Centro Histórico es ya una romería.

Es la postal decembrina de cada año, con las calles repletas de ambulantes, pero también de compradores.

La diferencia es que este 2020 es el año de la pandemia.

El ambulantaje desbordado, tal vez como nunca, es un factor innegable del aumento de las cifras.

Lo explicó el gobernador: hay mayor movilidad y entonces crece el riesgo de contagio.

Este viernes por la mañana se anunciarán las nuevas medidas.

El riesgo para la salud y las vidas de los poblanos ha crecido.

Encima, un nuevo confinamiento, que podría darse, sería una indeseable sentencia de quiebra para muchos comercios que apenas pudieron soportar el primero.

Pero desde el Ayuntamiento de Puebla, que debe por sus facultades aplicar los reglamentos sobre ambulantes, no hubo empatía ni se muestra de disposición.

En un mensaje videograbado, el secretario de Gobernación Municipal, Rene Sánchez Galindo, pidió la tarde del jueves al gobierno estatal que emita un decreto para regular el comercio en vía pública.

Pero no, eso ya existe.

Hay varios, desde mucho antes de que siquiera se pensara en una pandemia, pero el problema es que no se aplican.

Lavarse las manos, metafóricamente, aquí no va a servir.

Responsables en el tema del ambulantaje hay y están a la vista.

Para citar al clásico: si no pueden….

gar_pro@hotmail.com

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