LA JUGADA FUTBOLERA DE PIZARRÓN DEL PVEM CON EL CAPI

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Son varias las señales que se asoman con la postulación del ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, El Capi, como candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a la alcaldía de Puebla capital, que resulta difícil no suponer que se trata de una jugada de pizarrón, que involucra a más aliados de los que a simple vista se advierten.

Con un abanderado con tanta popularidad, por su pasado como ídolo del futbol poblano, el Verde se está procurando sumar contundentemente ese tres por ciento que necesita para, al menos, retener el registro como partido.

Pero ese candidato les da para mucho más, aunque nunca para ganar.

Por sus características y alto conocimiento entre la población, en el análisis de botepronto, El Capi se ve que ni mandado a hacer para restarle votos a la candidatura común del PRI-PAN-PRD.

Si a alguien le puede restar seguidores a Eduardo Rivera Pérez es él.

Porque además Ruiz Esparza tiene un pasado panista.

Fue diputado federal albuizul a la LIX Legislatura (2003-2006) y su curul la ganó en tierra, en el Distrito 06, que se supone es o era el más priísta de la capital poblana.

Aunque luego también vistió la camiseta de Nueva Alianza (Panal).

Y también ha coqueteado con otras escuadras.

Sin embargo, su fichaje, ahora con el Partido Verde también estaría dejándonos ver un tiro al arco de esos que llevan mucha jiribilla.

Aquellos que los clásicos describen “de tres dedos” (trivela), para darle al balón un giro inesperado y único.

Si El Capi le quita principalmente votos a la alianza opositora, luego entonces, por obviedad, eso ayuda al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

En el papel.

Resulta muy audaz suponer que se haya concretado una alianza así, de facto, cuando aún no está definida la candidatura de ese partido y esa coalición, a Puebla capital.

Es ahí en donde el disparo “de tres dedos” nos deja ver alguna señal y toma especial sentido.

Los verdes ya saben algo, que desde las gradas aún no se alcanza a ver.

Hace unos días, cuando el PVEM de Puebla anunció que dejaba la alianza Juntos Hacemos Historia, específicamente en el caso de las diputaciones locales y las alcaldías -que de por sí nunca estuvieron consideradas en la negociación-, la primera voz que lo lamentó y llamó al diálogo para recomponer el camino, fue la del presidente del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla.

Aún desde la banca, pues no ha sido todavía su tiempo de saltar a la cancha como candidato, pidió que se reconsiderara.

Desde las filas del Verde Ecologista, se sabe que la alianza se rompió por la cerrazón de la dirigencia estatal de Morena, que encabeza El Manotas Édgar Garmendia, y el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Carlos Alberto Evangelista Aniceto.

Ellos son de la corriente que, se ha visto, apoyan la nueva postulación de Claudia Rivera Vivanco.

Es entonces que toma un sentido y señal especiales la postulación de El Capi Ruiz Esparza.

Da la impresión de que los dirigentes poblanos del Verde, Juan Carlos Natale, en la operación nacional; Jaime Natale, en la estatal, y Ricardo Chavero, en la municipal, tejieron una jugada fina.

De pizarrón.

Con un tiro delicado y preciso.

No como los balonazos que reventaba El Capi en la cancha.

En aquellos días en La Franja y la Selección Nacional.

gar_pro@hotmail.com

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