BARBOSA Y RIVERA PÉREZ, NUEVO HORIZONTE PARA PUEBLA

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Este martes comenzó formalmente la relación institucional entre el gobernador Miguel Barbosa Huerta y el próximo presidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez. Una que promete ser muy distinta de las anteriores, de desencuentros y choques, incluso históricos, entre el mandatario y el alcalde capitalino.

Particularmente ésta, que comenzará también administrativamente el 15 de octubre próximo, con la rendición de protesta del panista, tiene todo para marcar un hito en la vida de la entidad.

En Casa Aguayo, Barbosa recibió a Lalo.

La comparecencia, luego ante medios de comunicación, fue de terciopelo.

De reconocimiento de sus trabajos y liderazgos.

Tuvo también asepsia política.

En la forma y en el fondo.

La reunión no se hubiera podido realizar, sino hasta después del reconocimiento de la derrota por parte de Claudia Rivera Vivanco.

Eso ocurrió el lunes muy temprano.

24 horas antes.

También, con notable oficio político, el gobernador dedicó una parte de su intervención ante los medios para recordar que seguirá trabajando con la actual administración municipal.

A la que le quedan todavía cuatro meses.

Eduardo, en tanto, tuvo la referencia y la deferencia para las autoridades electorales, al establecer que esperará con institucionalidad la emisión de su constancia de mayoría.

No hay en la memoria pública inmediata algo así.

Una presentación con tanta cordialidad.

Cuando, tradicionalmente, la relación entre el titular de la administración municipal capitalina y el jefe del Ejecutivo estatal ha sido de rispidez.

Una cosa tienen claro Eduardo y su equipo: este trienio que viene para él y para el municipio va a ser muy distinto a cuando gobernó la ciudad a la par que el difunto Rafael Moreno Valle gobernó el estado.

Entre aquellos lejanos 2011 a 2014.

Se espera que ahora Eduardo pueda desplegar un plan integral.

Y desarrollarlo.

Sin la bota del gobernador sobre el cuello.

Sin la constante amenaza.

Sin el acecho y sin el espionaje.

También está claro que, si hay fallas, el primer damnificado será el mismo Rivera Pérez.

Porque este 2021, entonces, no será prólogo para 2024, en la natural y legítima aspiración personal del ex abanderado de cinco partidos.

Pero hay buen horizonte.

Hay ahora, por fin, la posibilidad de ver al gobernador en funciones y al alcalde en funciones trabajando coordinadamente.

Aunque sean de diferentes partidos e ideologías.

Muy probablemente, en los próximos años no se reproducirán los célebres pleitos que caracterizaron los tiempos de:

Manuel Bartlett / Rafael Cañedo

Bartlett / Gabriel Hinojosa

Melquiades Morales / Mario Marín

Melquiades / Luis Paredes

Marín / Enrique Doger

Marín / Blanca Alcalá

Rafael Moreno Valle / Eduardo Rivera

Moreno Valle / Tony Gali

Y Miguel Barbosa / Claudia Rivera Vivanco

Hoy todo está puesto para romper con este nefasto sino.

Que haya profesionalismo, como hasta ahora.

gar_pro@hotmail.com

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