TECAMACHALCO: LOS HECHOS REALES, LA EJECUCIÓN Y LAS CONSECUENCIAS

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De acuerdo con las autoridades, todos los indicios confirman que el asesinato de tres agentes ministeriales en Tecamachalco fue una ejecución. La versión que ofreció el presidente municipal, Ignacio Mier Bañuelos, de que se trató de una “confusión”, no tiene ninguna verosimilitud. Es, como ha dicho el gobernador Miguel Barbosa, una “estrategia exculpatoria”.

Los testimonios y los hechos confirman que, en ese municipio del llamado Triángulo Rojo, se configuró un terrible coctel de violencia e inexperiencia política y administrativa de sus autoridades.

La soberbia fue también un elemento: las relaciones nacionales del padre del alcalde, el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, hicieron suponer que el caso no trascendería al momento grave en que está.

En que ocurrió desde su origen.

Hasta este lunes, aunque los hechos ocurrieron el viernes en la tarde-noche, el papá Ignacio Mier Velazco habló del tema.

En una entrevista banquetera al salir de Palacio Nacional, con el rostro descompuesto y el ceño muy muy fruncido, pidió no adelantar juicios y consideró los hechos “lamentables”.

Dijo que respeta a la FGE.

El viernes, cuando lanzó su video, Mier Bañuelos supuso o fue aconsejado de que con “entregar” a su secretario de Seguridad, Alejandro Santizo Méndez, ganaba el tema.

No fue así.

El diario Reforma publicó este lunes una crónica de los terribles sucesos.

Es desgarradora.

“Los emboscaron; no hubo piedad”, se lee en la cabeza del material publicado en la página 4 de la edición de este 22 de noviembre.

El texto del reportero Óscar Uscanga describe:

“Pobladores de Tecamachalco, Puebla, que fueron testigos de la persecución y muerte de tres ministeriales a manos de policías municipales, relataron los momentos de terror y los disparos finales que frente a la iglesia del pueblo, acabaron con la vida de los agentes estatales.

“Un habitante de la cabecera municipal precisó que, previo al asesinato, patrullas municipales fueron vistas persiguiendo a la camioneta ministerial desde la Colonia La Villita, a 2 kilómetros del Centro, para luego subir por la Avenida Juárez y dar al menos tres vueltas entre balazos en la zona del Palacio municipal.

“‘Los emboscaron frente a la Iglesia, dan como tres vueltas alrededor de la cabecera municipal, pero ahí en la esquina de la Iglesia es donde los mataron. Los niños, locatarios y adultos se tiraron al suelo, los ministeriales ni dispararon, no hubo piedad’, contó”, relata la crónica.

Las (impublicables) fotos, como describí en la entrega anterior, tampoco dejan duda.

Hubo posición de tiro, como apuntó el fiscal, y disparo de gracia.

Fue como las ejecuciones del crimen organizado.

Los responsables, el propio Santizo, ya están en la Casa de Justicia de Tecamachalco.

Los procesos están en marcha por homicidio calificado contra él y su escolta, al menos.

Los otros 12 policías municipales arrestados podrían enfrentar, de acuerdo con fuentes cercanas al caso, de entrada, el presunto delito de usurpación de funciones.

La base del caso, contra ellos, es el calibre de las armas que portaban, por encima de las permitidas y avaladas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que emite los permisos colectivos, en este caso.

Mientras tanto, el alcalde Ignacio Mier Bañuelos tardó casi dos días en ofrecer el pésame por la muerte de los tres integrantes de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Hoy, como si se tratara de su misma estrategia, posteó en su cuenta de Facebook una foto con el responsable estatal de la Guardia Nacional.

“Buenos días! Les comparto imagen con el General Ernesto García, Coordinador Estatal de Guardia Nacional con quién generamos acuerdos en beneficio de la seguridad pública de mi querido Tecamachalco (sic)”, escribió.

Encima de todo, Mier Bañuelos tiene un equipo muy inexperto y de aplaudidores.

Su regidor de Gobernación, por poner solamente un ejemplo, es Mariano Cruz, un priísta acomodaticio, quien fue candidato del tricolor a la alcaldía en 2018.

Sin preparación.

Sin capacidad.

¿Ése es su principal consejero?

Ni en el PRI lo querían ya.

En el edificio de la Diagonal lo tildan de “traidor”.

Sólo con un equipo así, se explica que, aunque dijo que pediría que la administración estatal asumiera la seguridad pública, no lo ha hecho.

Oficialmente, no se ha presentado la solicitud, hasta la tarde de este lunes.

Los pronunciamientos en Facebook, mucho ojo, no cuentan como comunicación institucional.

Los Mier no tienen reflejos.

O los tienen lentos.

Eso también evidencia su incapacidad política y administrativa.

Hay que anotarlo para cualquier pretensión en el futuro.

Ya vimos la reacción de Ignacio padre en casos de crisis, como el del presunto pederasta Saúl Huerta.

O el de la diputada suplente, a quien levantó la mano en campaña, y que fue arrestada con un arsenal.

En los dos casos salió a bromear.

La imagen de la entrevista de hoy muestra el cambio.

Rostro adusto.

Desencajado.

Dejó las chanzas para otro momento.

Y es que quien está involucrado no es cualquiera: es su hijo.

Y está en juego el futuro político del clan.

El caso es grave, muy grave, por si alguien todavía tuviera dudas.

gar_pro@hotmail.com

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