EL BAJO NIVEL DE (ALGUNOS) “ABARROTEROS” DE LA COPARMEX

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Nunca como este jueves, algunos integrantes poblanos de la Confederación Patronal de México (Coparmex) sacaron el cobre e hicieron patente la frase tan conocida del ex gobernador Manuel Bartlett Díaz, de que “en Puebla no hay verdaderos empresarios, sino abarroteros”.

Ocurrió en una reunión en la que, como anfitriones, estaban obligados a demostrar buen nivel de interlocución.

Además, por supuesto, de cortesía.

Elemental cortesía política.

Esa que, al final de cuentas, es evidencia de educación y urbanidad.

Pero no.

Se celebró la rendición de protesta de la nueva directiva de la Coparmex Puebla.

El acto contó con la presencia de su presidente nacional, José Medina Mora Icaza.

A pesar de diferencias o mala comunicación, el gobernador Miguel Barbosa Huerta acudió en un gesto de buena voluntad.

No tenía, en realidad, obligación de ello.

Mas todavía cuando ha habido desencuentros con los dirigentes empresariales, que no son precisamente los empresarios ni más grandes, ni más importantes, ni más activos del estado.

Son, hay que reconocerlo, cabezas de sus cámaras y tienen cierta representatividad.

Pero no más.

Ni tampoco menos.

Los verdaderos generadores de empleo y desarrollo están en otro lado.

En el acto de esta tarde de jueves, en algunos momentos discursivos se ofreció cooperar y no rivalizar con el gobierno del estado.

Sobre todo, por hechos desagradables con la anterior directiva.

Sin embargo, no faltó el que manchó el foro y reprochó al gobernador el cobro de impuestos y otros asuntos.

Devuelve la UDLAP”, gritó de repente alguna voz cobijada en el auditorio, sin dar la cara.

Fiel a su estilo -entrón y frontal, tuvo Barbosa Huerta respuesta para todas esas voces.

Voces timoratas desde el anonimato, que supusieron que era el momento de gritonear como en cualquier mercado de la ciudad.

El gobernador les respondió: “si quieren hacer comentarios, aquí al frente, por favor (…)”, soltó.

“Yo no vine a debatir, a mí no me van a impresionar.

“Ya sabía que esto podía pasar y estoy acá.

“Eso de que ustedes no tienen ideología, ¡claro que la tienen!

“Es eso de que no son a partidistas no es cierto.

“Les propongo diálogo abierto respetuoso, yo no amenazo como lo hacían antes”, dijo como para recordarles lo que vivieron con regímenes como el morenovallismo y cómo se hincaron, cobardes, ante el hoy difunto.

También, de paso aprovechó para reprochar a los empresarios su falta de solidaridad durante la pandemia.

“El gobierno invirtió 3 mil millones de pesos en la pandemia y no recibí ninguna cooperación de ustedes”, dijo con estricta verdad.

Por su formación en la izquierda, efectivamente a Barbosa no le impresionan los gritos.

Menos los sombrerazos.

Pero el anonimato no fue tanto.

No fue tal.

Están claramente identificados quienes gritaron pretendiendo ser agresores anónimos.

Veamos.

Los organizadores de la embestida fueron Jorge Espina Reyes, dueño del lugar, Hacienda de San José Actipan, en Cholula.

También Herberto Rodríguez Regordosa -hermano de Pablo- y Antonio Sánchez Díaz de Rivera, este último que ha fracasado cada vez que ha sido candidato.

Rubén Furlong Martínez, quien rindió protesta como nuevo presidente del Centro Empresarial Coparmex Puebla, y tuvo su turno al micrófono, tiene peligrosas relaciones.

Es gente de Sergio Penagos García, defenestrado notario de San Andrés Cholula, con todo y proceso judicial.

Él, a su vez, fue procurador fiscal y socio de Fernando Treviño Núñez, el dirigente saliente de la Coparmex, que fue el principal instigador de la embestida contra el gobernador.

Nada más.

Todo un caso Espina Reyes.

Fue el mismo personaje que rompió con Bartlett cuando era presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Puebla para luego volver a pactar con el hoy director de la CFE a cambio de jugosas obras como el Periférico Ecológico.

Todos ellos son los mismos que están presionando al alcalde Eduardo Rivera Pérez para que rompa con Barbosa.

En un suicida juego político que sólo ellos y sus esquizofrénicos asesores entienden.

Un dato adicional: el presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo Puebla (Canaco), Marco Antonio Prosperi Calderón, ex alumno de la UDLAP, fue de mesa por mesa pidiendo que, cuando llegara Barbosa, le gritaran “¡Regresa la UDLAP!”

Ni así le salió del todo.

En realidad, fue de un puñado.

Pero estridente y con pretensiones aviesas.

No todos gritaron.

Esos que lo hicieron, evidenciaron su nivel.

Su protagonismo.

El mismo que estuvo ausente en la pandemia.

Ya no con el estado.

Ni con el gobierno.

Sino con los poblanos.

¡Qué nivel de verdad!

Pero este jueves mostraron el cobre.

Que nos perdonen los abarroteros honestos y trabajadores.

gar_pro@hotmail.com

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