Moreno Valle y el “cambio”

Arturo Luna Silva

Aconsejado por sus asesores de cabecera, Rafael Moreno Valle ha encontrado la bandera que enarbolará en su campaña a Casa Puebla.

Se trata de la socorrida idea del “cambio”.

Cambio sobre el continuismo marinista –en cualesquiera de sus presentaciones-.

Cambio como discurso.

Cambio como protesta.

Cambio como profecía.

Cambio como estrategia.

Cambio como leit motiv.

Cambio como “producto” a vender a un electorado que ciertamente sólo ha conocido de una sopa: la sopa priísta, y quizá su sabor ya no le agrade tanto.

Tal es la gran apuesta de Moreno Valle.

Así lo dejó entrever (de hecho, no se cansó de hacerlo) durante los distintos eventos que tuvo con motivo de su tercer informe de labores como senador de la República (un derroche millonario y un despliegue mediático y de mercadotecnia política pocas veces visto en Puebla).

Durante su presentación nocturna del pasado lunes en TV Azteca Oriente, pronunció un discurso más propio de una campaña que de un informe de labores.

Fue, de hecho, una pieza oratoria perfectamente trabajada y pensada para, cree él, un electorado cansado del PRI-Gobierno y que anda en busca de un “redentor” (o falso redentor) al estilo de Vicente Fox en el crucial año 2000.

En su alocución dijo, por ejemplo:

Hoy vivimos una crisis económica que llegó de fuera. Tengo la seguridad de que podríamos recuperarnos de esta crisis mucho más rápido si contáramos con un gobierno estatal, que tuviera una visión global y que llevara a cabo una gestión eficaz.

Pero… no es la primera vez que una amenaza externa pone a prueba el carácter de los poblanos. Hace casi 150 años arribó a las costas de México un ejército que presumía con ser el más fuerte y preparado del mundo.

Después de haber triunfado en Italia y en África, el ánimo de sus generales no podía ser mejor. Recordemos que este ejército llegó a Puebla y se enfiló hacia los cerros de Loreto y Guadalupe, vestido de casacas rojas… y de arrogancia.

Pensaba que seis mil franceses podrían derrotar fácilmente a un ejército de tres mil cuatrocientos mexicanos, apoyados por poblanos cuya arma más poderosa era la convicción de luchar por su libertad.

El 5 de mayo de 1862 la batalla de Puebla le demostró a México y al mundo que no hay poder que nos pueda vencer, cuando luchamos juntos por una causa justa.

Los poblanos lo hemos hecho antes y lo volveremos a hacer. Celebramos nuestro pasado para fortalecer nuestro ánimo y para construir un mejor futuro”.

También mencionó:

Como su representante en el Senado además de compartir con ustedes las tareas legislativas en las que he participado, quiero agradecerles la oportunidad que me han dado de conocer historias de vida que fortalecen la esperanza y la fe en nuestra capacidad para hacer que las cosas cambien, y cambien para bien”.

De la misma forma, destacó ideas que separadas no dicen nada, pero que unidas en un mismo contexto, forman un solo concepto:

Confío en nuestra capacidad de cambio cuando conozco a los jóvenes de Tehuacán, que inspirados en el conocimiento de nuestros antepasados, han sido capaces de transformar tierras áridas en fértiles, lo que les ha permitido cultivar y exportar el amaranto”.

(…) Confirmo la fortaleza de nuestra gente m>cuando recuerdo a la maestra María Iris Ibarra, quien ha hecho de la educación una misión de vida. Tener pocos recursos económicos nunca fue un impedimento para quien tenía el recurso de la voluntad de cambio. Gracias a su esfuerzo diario ella estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en educación y hoy, apoyada por el programa de estancias infantiles del gobierno federal, le da empleo a nueve educadoras, cumpliendo con su vocación de maestra a favor de más de 100 niños de Zacapoaxtla”.

(…) Estos ejemplos de solidaridad, superación y m>cambio, nos guían y nos inspiran. Pero sobre todo, nos recuerdan la importancia de contar con un gobierno que le sirva a la gente y que entienda que la pobreza de unos compromete el bienestar de todos”.

Todo lo anterior, faltaba más, enmarcado en lo que Moreno Valle busca que los poblanos piensen: que la debacle del PRI es una “causa justa”.

Sí, como los fundamentalistas de Medio Oriente.

Y es que dijo:

El 5 de mayo de 1862 la batalla de Puebla le demostró a México y al mundo que no hay poder que nos pueda vencer, cuando luchamos juntos por una causa justa”.

Y agregó:

Los poblanos lo hemos hecho antes y lo volveremos a hacer. Celebramos nuestro pasado para fortalecer nuestro ánimo y para construir un mejor futuro.

(…) Como muchos de ustedes, y como lo demostró la batalla de Puebla, estoy convencido de que nada es imposible cuando comprometemos nuestro mejor esfuerzo a favor de una trong>causa justa”.

Está claro.

Moreno Valle sabe que sin estrategia y sin discurso no se llega a ningún lado, menos a Casa Puebla.

Y “cambio” y “causa justa” son sin duda dos ideas poderosas que ya fueron probadas en el pasado y que dieron buenos resultados para quienes supieron usarlas en el momento justo.

El ejemplo más claro es Vicente Fox, que en 2000 logró sacar al PRI de Los Pinos montado precisamente en esas dos ideas.

¿Le funcionarán a Moreno Valle?

¿Le alcanzarán para sacar al PRI de Casa Puebla?

¿Será acaso ése “redentor” que los poblanos “buscan”?

Está por verse.

Y es que por más que haga esfuerzos por tratar de borrar de la mente del electorado su pasado, a Rafael Moreno Valle aún lo persigue un fuerte tufo priísta.

Aunque ya es militante del PAN, sigue sin quedar claro cuál es la diferencia entre haberse ido del PRI (so pretexto el caso Cacho-Marín) para arrojarse a los brazos de Acción Nacional.

Para muchos, en términos prácticos, su arribo al poder sería el de un priísta disfrazado de blanquiazul.

De hecho, no son pocos los analistas que dicen, y dicen bien, que la elección constitucional de 2010 en Puebla podría ser más un pleito de familia (y entre la misma familia), que un pleito verdadero entre el PAN y el PRI.

Sí.

PRI contra PRI.

El PRI que representa Mario Marín.

Y el “PRI” (o “PAN pirata”, como diría Ana Tere Aranda) de Moreno Valle.

A dos de tres caídas sin límite de tiempo por el enorme botín llamado Puebla.

Mientras tanto, la apuesta del senador está lanzada.

La bandera del “cambio” ha sido desplegada a todo lo alto.

Y sólo el tiempo, ese maldito tirano, dirá si le funcionó o no.

(Que todo lo anterior sirva para el registro de lo que está por venir).

gar_pro@hotmail.com

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