El regaño de Camacho Solís

Arturo Luna Silva


El jueves pasado fueron citados por Manuel Camacho Solís los dirigentes locales de los tres partidos que componen el Diálogo por la Reconstrucción de México (DIA).

La reunión fue en Monterrey 50 en el Distrito Federal, es decir, la sede del PRD. Comenzó pasado el medio día.

Camacho Solís estaba muy, muy molesto, sentó a todos y de manera drástica dijo a los dirigentes locales que no quería escuchar más grillas o reclamos, que estaba harto y que sólo quería escuchar la postura de los representantes nacionales de los tres partidos y así lo hicieron: Martha Dalia Gastelum, del PRD, quien avaló la coalición; Silvano Garay, del PT, quien matizó su apoyo, pero aceptó, y Manuel Brito, de Convergencia, quien dijo que su dirección nacional va con la alianza en Puebla.

En esos precisos momentos, el ex salinista Manuel Camacho Solís recibió una llamada telefónica del ¿priísta? Enrique Doger Guerrero, informándole que el PT y Convergencia lo estaban golpeando en los medios de Puebla.

Muy enojado, Camacho Solís sentenció que el Frente Amplio Antimarinista en Puebla no tiene vuelta de hoja y va.

Así, paró en seco y evitó que hablara el dirigente perredista Miguel Ángel de la Rosa; José Juan Espinosa, de Convergencia, sólo balbuceó algunas palabras y terminó respaldando la decisión de su dirigencia nacional, y el ex diputado del PT Mariano Hernández sólo repitió lo mismo de siempre en contra de la alianza.

Ni Mariano Hernández ni José Juan Espinosa lograron cumplirle al PRI, su verdadero dueño, su oferta de frenar la alianza.

Camacho Solís dio por hecho la coalición del DIA con el PAN en Puebla.

Dijo que desde ese jueves sólo las dirigencias nacionales serán las responsables de opinar.

En otras palabras: vetó a las dirigencias locales, señaló que no quiere más ruido y los puso a trabajar en los mecanismos legales para firmar a la brevedad el convenio electoral.

Derrotados los dirigentes locales del PT y Convergencia, nuevamente fueron citados para ayer lunes en la ciudad de México.

¿El fin?

Avanzar en las propuestas que serán llevadas a la mesa de negociación, inmediatamente después que el ex priísta Rafael Moreno Valle Rosas sea electo como candidato oficial del PAN al gobierno del estado, lo que sucederá sin mayor problema este 14 de febrero.

Durante la reunión del jueves anterior, Camacho Solís dejo ver con claridad varias cosas, pero especialmente que mantiene una buena relación con el berrinchudo y quejumbroso Enrique Doger Guerrero, de quien sólo esperan su ruptura pública con el PRI para cobijarlo y lanzarlo como el candidato del Frente Amplio Antimarinista (PAN-PRD-PT y Convergencia) a la presidencia municipal de Puebla.

También quedó muy claro que el dueño del PRD en Puebla y líder de la corriente “Nueva Izquierda”, Luis Miguel Barbosa Huerta, ha quitado todas las objeciones que mantenía respecto a Doger, el mismo que hoy está más cerca de la oposición que del PRI.

Por cierto: uno de los asistentes al cónclave con Camacho Solís me aseguró que a éste le fue entregada una lista con pelos y señales de todos, todos los perredistas poblanos que le están haciendo el trabajo sucio a Javier López Zavala para boicotear la alianza opositora; por eso, no hay que descartar que una vez consumada ésta, empiece una verdadera purga en el sol azteca para quitarse de encima a los “infiltrados” del marinismo.

gar_pro@hotmail.com

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