Todos los hombres del presidente (electo)

Arturo Luna Silva

En el círculo cercano a Eduardo Rivera Pérez ya vislumbran el futuro que les podría deparar al lado del presidente municipal electo de Puebla una vez que éste asuma el cargo en febrero próximo, en sustitución de la priísta Blanca Alcalá Ruiz.

Si bien ni siquiera ha arrancado formalmente el proceso de transición, los momios ya hacen cuentas y no sólo eso: señalan que hay un selecto e inamovible grupo de hombres de confianza, del cual saldrán algunos secretarios.

Hasta el momento sólo se da a dos como “muy firmes”: Enrique “El Huevo” Guevara, a la Secretaría General, y Adán Domínguez, a la Secretaría Particular.

El resto es especulación –bonito deporte que obviamente estará de moda de aquí al cambio de poderes-, pero por su desempeño en la campaña y/o cercanía con Rivera Pérez, los siguientes personajes alcanzarán sin duda alguna posición de relevancia dentro del gabinete municipal:

Bernardo Arrubarrena, Ignacio Dávila, Eduardo Morales, Matías Rivero y Luis Armando Olmos, así como Rosa María Carmona –hermana del “Chango” Carmona y quien estuvo a cargo de la Red de Mujeres-, Oswaldo Jiménez, hijo de Miguel Jiménez; y José Manuel Martínez, a quien se ubica como subsecretario de Gobernación dada su cercanía con Jaime Zurita García, regidor electo.

Por cierto: en los últimos días se han barajado muchos nombres para una encomienda delicada: la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito.

Pero todo parece indicar que esta posición está destinada para el regreso de un viejo conocido: Raúl “El Huracán” Arandia Jiménez, quien ya desempeñó esa misma función –y con escaso éxito, por cierto- en tiempos de Luis Paredes Moctezuma.

¿Será?

***

A propósito de Luis Paredes.

El que ya se relame los bigotes con el festín que se va a dar durante el trienio de Eduardo Rivera Pérez, es el líder vitalicio del sindicato de trabajadores del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco.

De entrada, cuentan, ya le mandó a decir al presidente electo tres cosas:

La primera: que la factura por el apoyo electoral a su campaña le será cobraba en tiempo y forma.

La segunda: que, en ese sentido, no sólo espera mantener las posiciones y privilegios que hoy tiene, sino ampliarlos, y desde la primera revisión salarial.

Y la tercera: que evite poner a trabajar en los asuntos de la transición a tres personas que de forma especial le resultan más que incómodas: Jaime Zurita, Guillermo Velázquez y Luis Olmos.

Es decir: el secretario de Gobernación, el secretario de Administración y el síndico, respectivamente, del paredismo, quienes mediante la creación de un sindicato alterno lograron acotar, en lo posible y en su momento, el incontrolado poder de Israel Pacheco.

El mismo que hoy veta y que mañana querrá cogobernar al lado de Eduardo Rivera, a quien –lo repito- no le saldrá cara, sino carísima la alianza que logró con este líder charro, auténtico renglón torcido del marinismo.

Al tiempo.

gar_pro@hotmail.com

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