Fuentes informadas cuentan que antes de su viaje por Italia y el Vaticano, hubo –hace cosa de dos semanas- una última reunión entre Rafael Moreno Valle y el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, para terminar de definir los nombres de los 16 candidatos a diputados federales por Puebla.
Pero la trascendencia de este encuentro privado –al que también por cierto asistió el líder panista en el estado, Juan Carlos Mondragón, como testigo de calidad- no estuvo en la conformación de la lista (hoy ya por todos conocida), sino en los compromisos que el gobernador poblano hizo con su partido, el PAN, para los comicios del 2012.
Por principio de cuentas, con una sinceridad asombrosa, Moreno Valle dijo a Madero y Mondragón que si saben contar, no cuenten con él para apoyar a los candidatos del PAN por los distritos 4 de Zacapoaxtla, Eréndira Mora Hernández, y 16 de Ajalpan, David Cid Huerta.
Sin darle vueltas al asunto, explicó que “obvias razones” lo obligan a contribuir a la causa de Hugo Alejo Domínguez y Cirilo Salas Hernández, los candidatos de la profesora Elba Esther Gordillo –su mentora- por esos distritos, respectivamente, y de cuyas victorias depende el crecimiento del Partido Nueva Alianza en Puebla, y sobre todo la conservación de su registro.
¿Qué ofreció a cambio?
Bueno, casi nada: ganar para el PAN los cuatro distritos con cabecera en la ciudad de Puebla, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
Es decir, hacer diputados federales tanto a sus dos piezas (Blanca Jiménez Castillo, que va por el distrito 9, y Néstor Octavio Gordillo Castillo, por el 12) como a los soldados de la derecha (Enrique “El Huevo” Guevara Montiel, por el 6, y María Isabel Ortiz Mantilla, por el 11).
“Es mi compromiso”, dijo, y Madero y Mondragón –más pragmáticos de lo que fingen- estuvieron de acuerdo.
El tema es sumamente importante, pues hasta hoy, los analistas habían dado por hecho que Moreno Valle pujaría, sí, por sus cartas (Blanca Jiménez y Néstor Gordillo), dejando a su suerte a los candidatos del Yunque (en este caso, Guevara y Ortiz Mantilla), para entonces jugar con piezas propias pero desde el PRI y el PVEM, en concreto en los distritos 6 y 11 con el dogerista Jorge Ruiz Romero y el verdeecologista Elías Abaid Kuri, yerno –además- de su secretario de Infraestructura, Antonio Gali Fayad.
Pero tras el acuerdo con el dirigente nacional del blanquiazul, esto ya no es precisamente cierto, y quizá Ruiz y Abaid deberían ir reevaluando su participación en el proceso, pues el reflector de Casa Puebla estará apuntando hacia otros lados, con todo lo que eso implica.
La promesa del gobernador –que puede ser todo, menos tonto- tiene más lógica de la que se ve a simple vista, así como bases sólidas.
Y es que la suerte de los cuatro distritos de la capital será la misma, es decir: o se ganan todos o se pierden todos, por lo que difícilmente se arriesgaría a sacrificar a Néstor Gordillo y Blanca Jiménez dándose un tiro en un pie.
Esto es: hacerlos ganar implica hacer ganar a Enrique Guevara y María Isabel Ortiz Mantilla, y viceversa. Ahí están los últimos procesos federales para comprobarlo. Sólo un mago –y Moreno Valle no lo es- podría operar de otra manera, sobre todo cuando las encuestas reflejan un PAN fuerte, muy fuerte, en la ciudad de Puebla.
Así que, en términos reales, el cálculo del gobernador es ganar al menos 11 de los 16 distritos en disputa en las elecciones federales.
Veamos:
Los cuatro –como se ha dicho- de la ciudad de Puebla (el 6, 9, 11 y 12).
Los dos de Nueva Alianza: el 4 de Zacapoaxtla y el 16 de Ajalpan.
Y los cinco donde los candidatos son, digamos, suyos: el 1 de Huauchinango (Carlos Martínez Amador), el 3 de Teziutlán (Édgar Antonio Vázquez Hernández), el 8 de Ciudad Serdán (Inés Saturnino López Ponce), el 10 de San Pedro Cholula (Julio César Lorenzini Rangel) y el 13 de Atlixco (Guillermo Velázquez Gutiérrez, que todavía se disputa la posición con Daniel Alejandro Olivier González).
Once en total.
Once diputados.
Interesante, ¿no?
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Garganta Profunda reaparecerá en los primeros días de 2012.
¡Felices fiestas!