Deuda pública, foco rojo de Puebla

Como si fuera una maldición eterna, Puebla sigue pagando las consecuencias del manejo caprichoso del poder. Las herencias del pasado, combinadas con los enredos del presente, tienen secuestrado el futuro de millones de ciudadanos, ajenos a una realidad que se describe a partir de números y cifras pero que los afecta directa y severamente.

El gobierno del estado tenía al cierre de 2011 deuda pública directa de 5 mil 836 millones 785 mil 763 pesos, situación que presenta una desventaja sobre el promedio nacional, debido a que el saldo de la deuda directa e indirecta, que suma 9 mil 318 millones 245 mil 749 pesos, es mayor que la de 2010, cuyo monto registró 9 mil 105 millones, es decir, 214 millones extras de endeudamiento, algo así como 2.3% más.

La situación prende focos rojos para una entidad que, como la poblana, lucha todos los días por lograr el lugar que le corresponde nacional e internacionalmente. Un análisis del economista de la BUAP Alejandro Chávez, al cual tuvo acceso este reportero, prende las alarmas sobre este auténtico embudo del desarrollo del estado.

Y es que el saldo de la deuda total directa e indirecta como proporción de las participaciones, impuestos federales coordinados e incentivos rebasa el 54%, mientras que respecto al PIB de Puebla (423 mil 878 millones de pesos corrientes) llega al 2%, lo que no le permite un amplio margen de maniobra para financiar proyectos de alta rentabilidad socioeconómica.

Según Chávez, la cosa se complica todavía más porque los ingresos del gobierno estatal y de los municipios siguen descansando, en gran medida, en fondos transferidos por la federación, bajo criterios que se deben revisar.

Existen todas las posibilidades de recurrir en el corto plazo a empréstitos que ya autorizó el Congreso desde inicios de la presente administración por un monto de hasta 2 mil 500 millones de pesos, pero no es al parecer el camino que pretende seguir Rafael Moreno Valle, que incluso ha presumido que hasta hoy, a diferencia de sus antecesores, no ha pedido un solo peso prestado.

La situación luce igual de complicada para el municipio de Puebla, el octavo ayuntamiento del país con más deuda pública, con un repunte de 25.9%. La capital está entre las ciudades que más incrementaron su deuda, para sumar 870.1 millones de pesos, 97% de ese subtotal en créditos sin aval ni garantía del gobierno estatal, es decir, a fondo perdido, luego de mostrar una gran ineficiencia con el conflicto limítrofe con San Andrés Cholula.

Una realidad no muy distinta vive el resto de ayuntamientos del estado, cuya deuda, al cierre de 2011, ascendía a 895.9 millones de pesos, para representar 9.61% del financiamiento del sector público estatal registrado en 9 mil 318.2 millones de pesos.

Peor: los municipios enclavados en las sierras Nororiental y Negra registran un estancamiento en sus participaciones de 2011, por lo que deberán recurrir a endeudamientos constantes que afectarán sus posibilidades de crecimiento y por lo tanto, mantendrán altos o muy altos sus niveles de pobreza y pobreza extrema.

Malas noticias sin duda para una Puebla que necesita salir ya del hoyo al que la han condenado gobernantes sin escrúpulos, obsesionados con el poder, caprichosos y enamorados de sí mismos.

Aquí una tabla que ayuda a ilustrar mejor el problema:

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gar_pro@hotmail.com

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