El Pacto RMV-LMB

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Como uno más de sus empleados.

Así, cuentan los enterados, se comportó ante Rafael Moreno Valle el legislador Luis Miguel Barbosa.

El mismo que pese a su nuevo estatus  –coordinador del PRD en el Senado-, muy poca resistencia puso a los, digamos, “encantos” de un gobernador, como el de Puebla, acostumbrado a cumplir todos sus caprichos.

Los políticos y los personales.

Y es que más tardó Moreno Valle en acomodarse en su asiento, que Barbosa en decir sí a la alianza electoral del PRD con el grupo del gobernador en 2013, que no precisamente con el PAN estatal.

Obsequioso, solícito, pródigo en halagos hacia el mandatario poblano.

Así fue el penoso comportamiento de quien ni siquiera disimuló, por tantita dignidad, su entreguismo.

(-¿Qué horas son?

-Las que usted diga, señor gobernador).

Candidaturas comunes para varios de los morenovallistas, posiciones en la estructura de gobierno, diputaciones locales plurinominales para los miembros de Nueva Izquierda y financiamiento para el sostenimiento del partido, fueron parte de los acuerdos.

Pero también una dirigencia estatal a modo de los intereses morenovalllistas, con el inevitable, por necesario, reparto de migajas a las tribus del partido.

Una foto maravillosa donde ambos intentan una sonrisa cómplice, y aparecen abrazados fraternalmente, selló el pacto.

Un pacto que, como suele ocurrir, terminarán pagando los poblanos, que seguirán manteniendo a una nomenclatura perredista para la cual la política no es más que un gran negocio.

Un medio bastante eficaz para aumentar el volumen de sus propiedades y cuentas bancarias.

***

De origen priísta, adicto al dinero y al poder, Luis Miguel Barbosa es sin duda un hábil negociador.

Sabe cuándo y cómo exprimir a los gobernadores de Puebla en turno.

Lo hizo con Manuel Bartlett.

Con Melquiades Morales.

Y con Mario Marín, a quien le juró amor eterno pero al final engañó como a un niño.

Sí, el dueño del PRD en Puebla ha jugado con los sentimientos, y sobre todo las chequeras, de varios de los hombres más poderosos del estado.

Pero al final, invariablemente, ha incumplido su palabra.

Por una razón u otra, bajo este o aquel pretexto, termina tomando rutas distintas para asegurar lo único que le importa: el control de la franquicia.

(A Marín, por ejemplo, le aseguró que el PRD no haría en 2010 alianza con el PAN; pese a que cobró, y muy bien, terminó apoyando la integración del sol azteca a la coalición multicolor Compromiso por Puebla, que precisamente encabezó Acción Nacional).

¿Cumplirá esta vez?

¿O repetirá la historia?

¿Se atreverá a engañar a Rafael Moreno Valle?

Que tome en cuenta que este gobernador no es Manuel, Melquiades, ni Mario.

Ante el desacuerdo, casi ruptura, con el PAN, muchas, y grandes, esperanzas están puestas en el pacto con el PRD.

Tanto que el domingo pasado, tras el acuerdo con Barbosa, en Casa Puebla casi hicieron fiesta.

Por eso, un paso atrás, un titubeo, un timo, le saldrá caro, muy caro.

Hoy, sí.

***

Por lo pronto, el camino para concretar el pacto entre RMV y LMB no será terso.

Este mismo miércoles, la diputada federal Roxana Luna Porquillo, dirigente de la corriente interna Alternativa Democrática Nacional, señaló que las reuniones entre el gobernador de Puebla y el coordinador de los senadores del PRD “dan mucho que desear”.

Y que una alianza con el PAN en 2013 será difícil, entre otras cosas porque los acuerdos que se dieron con Moreno Valle para conformar la coalición Compromiso por Puebla no se han cumplido.

“Creo que no podemos seguir justificando que todo está bien a partir de una negociación en particular con una corriente, tenemos que ser más objetivos si queremos crecer como partido político”, dijo.

Y dijo para que lo entienda el que lo quiera entender.

gar_pro@hotmail.com

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