#ReformaHacendaria: La Factura la pagará el PRI

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La reforma hacendaria de Enrique Peña es un pasaporte seguro a la derrota del PRI en las próximas elecciones.

Golpea a la clase media y a importantes grupos de interés, que en su momento pasarán la factura.

Ese momento no será otro que los comicios federales intermedios de 2015, cuando el efecto de los nuevos impuestos se empezará a sentir con fuerza en los bolsillos de millones de mexicanos.

El presidente de la República ha señalado una y otra vez que está dispuesto a pagar el costo político de sus decisiones.

Es bueno que se vaya preparando, pues lo que hoy ha sembrado no es sino rencor social, hastío y decepción en ciudadanos que usarán el poder de sus votos para castigarlo. A él y a su partido.

Los electores no olvidan y menos cuando son ellos, y no el gobierno, quienes siguen apretándose el cinturón y pagando los platos rotos del desorden administrativo, el derroche y los altos salarios de la burocracia dorada de este país caótico, que no acaba de repartir equitativamente la riqueza y la carga fiscal.

Los partidos de oposición son los más felices con las erráticas decisiones de Peña Nieto, quien se consolida como el segundo presidente en funciones peor evaluado por los ciudadanos en su primer año de gobierno (el primero es Ernesto Zedillo, con la crisis económica de 1995).

El PAN es quien mejor ha capitalizado los atropellos hacendarios de Los Pinos, reencontrándose con su clientela habitual, la misma que lo había abandonado: la clase media, precisamente la más dañada con los nuevos impuestos. Y no dejará pasar la oportunidad de resucitar.

Hoy, el PRI es un desastre –véase, por ejemplo, el caso Puebla- y electoralmente es cada vez menos competitivo. Será peor cuando el mexicano promedio constate que las reformas de Peña Nieto son una patraña pero sobre todo insuficientes para salir de la recesión económica, encontrar empleo, pagar la hipoteca, adquirir un auto, librar el círculo vicioso de la escuela pública…

Peña Nieto abrió demasiados frentes y lo peor es que nunca logró un consenso claro sobre la necesidad de “eliminar privilegios para recaudar más” (sic). Hoy se saldrá con la suya, pero mañana lo pagará en las urnas.

Y es que el regreso del PRI al poder ha resultado una verdadera calamidad para millones de mexicanos, que hoy, con tristeza, empiezan a entender con claridad que estábamos mejor cuando estábamos peor.

Con todo y el anuncio –grotesca cortina de humo- del indulto presidencial al profesor indígena Alberto Patishtán.

gar_pro@hotmail.com

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