LAS “PERLITAS” DE ÉDGAR SALOMÓN (PRIMERA PARTE)

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Tráfico de influencias, extorsiones, delitos de “cuello blanco”, deudas millonarias con la CFE, apuros económicos, el patrocinio de sus viajes al extranjero, recaídas en el alcoholismo, gestiones con amigos periodistas para golpear a sus enemigos políticos, reuniones “secretas” con sus aliados y socios, insultos y descalificaciones a altos funcionarios, el doble discurso que siempre ha manejado respecto al grupo en el poder…

Todo, absolutamente todo del ex diputado del PRI Édgar Salomón Escorza puede conocerse gracias a su propia voz.

Una voz inconfundible, irrepetible.

Una voz que sí es su voz.

Y más que eso:

Un retrato hablado -completo, redondo, perfecto- del singular modo en que un oportunista como él, sin carrera política ni ningún mérito o talento reconocible, pudo de un día para el otro hacerse millonario y ascender en la escalera del poder, hasta convertirse un día, por las circunstancias, por suerte, por default, en presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del estado.

Un solo ejemplo:

El pasado 21 de enero, Édgar Salomón expone con un amigo las formas en que pretende intimidar a los dueños de un restaurante de mariscos (“La Perlita”) en la región de San Martín Texmelucan.

Desde hace más de un año, el ex legislador arrienda una propiedad suya al establecimiento de comida.

Pero no ha recibido el pago del mes en curso, situación que le genera enojo excesivo pues le urge dinero en efectivo (incluso, por esos días intenta apresurar la venta de su camioneta, una Suburban, que acaba rematando en 360 mil pesos).

Por tal motivo, solicita a un amigo de su entera confianza que “funja” como abogado para informar a los responsables del restaurante que han incurrido en incumplimiento de contrato, que les harán una mala campaña mediática y que incluso podrían cerrarles el negocio o mandarlos a la cárcel gracias a sus influencias.

A cambio, ofrece a su amigo sus “servicios” para convertirlo en juez mediante sus estupendas relaciones con un alto funcionario del Tribunal Superior de Justicia, con quien comerá pronto en “La Encomienda”.

Es en estos términos en que se da la conversación entre Édgar Salomón (ES) y un sujeto no identificado (SNI):

SNI: Bueno.

ES: Quiubole hermano, ¿cómo estás? Buenas tardes.

SNI: Bien hermanito, aquí llegando a Puebla; tú cómo estás.

ES: Bien, ¿no te interrumpo?

SNI: No, para nada. ¿Cómo te fue ayer?

ES: Todo muy bien, todo ahí caminando, el lunes nos vemos ¿eh?

SNI: Sí, sí hermano, me dijiste que a las 16:00 horas ¿verdad?

ES: Así es, hermano.

SNI: Oye, fíjate que hablando con el amigo que es juez, yo no le he platicado a nadie de estos proyectos lógicamente.

ES: No, no, coméntalo a quien le tengas confianza, no pasa nada.

SNI: Muchas gracias. Le dije: “Oye, qué se necesita para llegar a ser juez” y lo primero que me dijo es: “Tener una palanca”. Le digo: “Oye, y qué tan cierto es que tendrías que ser primero secretario y eso para consolidarte más”. Y me dice: “Si tienes la palanca no tienes ni necesidad de eso”. Entonces, hermanito, si tú me permites y agradezco sobre todo de antemano tu ayuda, a ver si le pedimos de una vez eso y si no se puede, pues ya…

ES: Yo voy con el tema primero de pedirle lo de juez, primero, más que otro espacio, así lo traigo.

SNI: Muchas gracias hermano.

ES: Oye, a qué hora llegas a San Martín (Texmelucan).

SNI: Tú dime, hermano, qué necesitas.

ES: Mira, lo que pasa es que ya ves que estos cuates de “La Perlita” tiene un contrato conmigo que se me olvidó y que yo iría por él hoy o mañana, pero me gustaría que por lo menos pudieras ir y les dijeras que eres mi abogado y que vas con un tema de incumplimiento de contrato.

SNI: Asustarlos y meterles un calambre, hablar con él y decirle: “Si no me pagas ya, te voy a meter al bote cabrón, incluso te voy a cerrar tu negocio”.

ES: Por incumplimiento de contrato y que además le vamos a hacer una mala campaña de desprestigio y no tendríamos problema en poner una banda en calcomanías que dijeran: “La Perlita no paga, La Perlita hace daño”, o sea, una campaña no solamente jurídica, si no política y mediática.

SNI: Mañana mismo lo veo, recuérdame de cuánto tiempo fue el contrato.

ES: De un año y debe este mes y lo que venga.

SNI: Yo lo veo y lo atiendo y me reporto más tarde. A ti, ¿cómo te fue en México?

ES: Todo muy bien, estuve en la Secretaría de Energía, muy bien, me fue muy bien.

SNI: Qué bueno hermanito, me da mucho gusto, gran tipo.

ES: Gracias hermano, tú también.

SNI: Nos hablamos al rato.

ES: Me avisas. Un abrazo.

***

Mañana, más de las “perlitas” de Édgar Salomón Escorza.

Por ejemplo: cómo se puso de acuerdo “para darle unos putazos”, “para quemar su imagen”, “para darle un rasponcito” a Mario Riestra Piña, cómo buscó –sin éxito- a Tony Gali Fayad para que lo ayudara a resolver un adeudo con la CFE, cómo pide favores mediáticos para la diputada del PVEM Geraldine González de la Garza, cómo intenta presionar (o más bien extorsionar) a alcaldes y a la SGG para satisfacer su ambición de dinero fácil o cómo regresó de su último viaje de placer por Oaxaca:

Me puse un puto pedo de loco” (sic).

Y lo que venga.

***

Que nadie se extrañe si, en la repartición del pastel legislativo, Pablito Fernández del Campo –otro propietario de múltiples y muy interesantes “perlas”- termina encabezando el Comité de Archivo, Biblioteca, Asuntos Editoriales y Crónica Legislativa, y Juan Carlos Natale, la Comisión de Juventud y Deporte.

No es broma.

Así viene la propuesta de Jorge Aguilar Chedreaui hacia Víctor Giorgana Jiménez.

De coordinador a coordinador.

De PAN al PRI.

Porque ya lo dijo el clásico:

Pipitilla eres y en pipitilla te convertirás.

gar_pro@hotmail.com

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