LUIS BANCK: SI PARECE UN PATO, NADA COMO PATO Y GRAZNA COMO UN PATO…

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Hasta antes de su primer informe como presidente municipal de Puebla, sólo el 5% de los capitalinos identificaba a Luis Banck Serrato.

Literalmente nadie lo conocía.

Incluso los poblanos encuestados decían que el edil seguía siendo el actual gobernador del estado, Tony Gali Fayad.

(Hubo quien aseguraba que el “edil” se llamaba Rafael Moreno Valle, el hoy ex mandatario y aspirante presidencial).

La popularidad tan fuerte de Gali, misma popularidad que lo llevó a Casa Puebla, representó un escenario sumamente difícil para Banck, su sustituto en Palacio Municipal.

El mismo Banck que llegó al ayuntamiento por determinación del Congreso del estado, no mediante una elección constitucional, lo que hizo más complicado el tránsito que va entre ser poco conocido a convertirte en una figura más o menos pública.

El arranque del gobierno de Banck se dio, además, en plena veda electoral.

Tuvo que dar sus primeros pasos como alcalde sin prácticamente un gabinete, pues todos –y todos son todos- andaban en campaña.

Unos pidieron licencia, otros renunciaron para sumarse al equipo de Tony Gali.

Algo parecido sucedió con los regidores más importantes del Cabildo capitalino.

Pese a su larga trayectoria en el servicio público, Luis Banck y su equipo de trabajo tuvieron que apretar el acelerador para mejorar sus números y para trascender más allá del denominado “círculo rojo”.

Se decidió que el punto de quiebre tenía que ser forzosamente su primer informe como alcalde, en febrero pasado.

Una gran estrategia y una gran campaña de difusión, acompañada de un gran eslogan (“El siguiente paso lo damos juntos”), empezaron a dar grandes resultados.

De aquel raquítico 5% se llegó a 26% de conocimiento; actualmente, con un gobierno estable, con equipo propio, con proyectos en curso y con un Luis Banck echado totalmente para adelante, se ubica entre 32% y 33%.

Es decir, en términos reales ha crecido alrededor de 28 puntos.

Nada mal para quien –ya es tan evidente como inocultable- es el “Plan B” del morenogalicismo para la gubernatura que estará en juego en 2018.

Y es que no hay casualidades, y menos en la política.

Sin ser militante del PAN, hace unas semanas Luis Banck apareció en el presídium de la asamblea en la que Pablo Rodríguez Regordosa se reeligió como dirigente de Acción Nacional en la ciudad de Puebla.

El pasado fin de semana acompañó a la secretaria general del blanquiazul, Martha Érika Alonso, a una gira de trabajo por la Sierra Norte, gira en la que atestiguó la instalación de las Delegaciones
Municipales del PAN de Venustiano Carranza y Pahuatlán -
incluso hizo uso de la palabra para disertar sobre los “gobiernos humanistas” y el “bien común”-.

Y este lunes estuvo justo al lado, como una sombra, de la esposa del ex gobernador Moreno Valle en la tradicional cabalgata de Francisco Z. Mena en honor a San Isidro Labrador, a la que acudieron –como cada año- miles de vaqueros.

En forma paralela, Luis Banck inició la firma de convenios turísticos con diversos ayuntamientos para facilitar el intercambio de atractivos entre la capital y los municipios de Puebla, lo que le permitirá estar -y pisar- “en todos los rincones del estado”, convirtiéndose en el primer edil que le toma la palabra al gobernador Tony Gali tras haber éste lanzado la campaña “Desearía que estuvieras aquí” para impulsar a los Pueblos Mágicos de la entidad.

Por supuesto, nada de lo anterior es fortuito o producto de un descuido o hijo –o hija- de una casualidad.

Es claro y evidente que el presidente municipal representa –al menos por el momento- la opción más sólida en caso de que Martha Érika Alonso no sea la candidata a Casa Puebla en 2018.

El famoso “Plan B” al cual nos referíamos aquí hace unas semanas (http://www.pueblaonline.com.mx/garganta_prof/?p=9390#.WRpjA4WcFjo) y que no se encontraba en ninguna parte ante las varias debilidades de personajes como Jorge Aguilar Chedraui, Javier Lozano Alarcón y hasta el yunquista Eduardo Rivera Pérez.

¿O qué otra cosa significa que la ex primera dama –y potencial candidata a gobernadora- te incluya en sus actos de partido e incluso con gran generosidad te placee abiertamente en una cabalgata como la de Francisco Z. Mena, en la que además pudiste reencontrarte con muchos de los amigos que hiciste a tu paso como secretario de Desarrollo Social del gobierno estatal?

(La cabalgata, por cierto, representa un buen augurio para el siguiente ciclo agrícola).

A partir de hoy Luis Banck entra a una carrera de otro nivel, ya muy lejos de aquellos días en que sólo el 5% (es decir, nadie) de la población lo conocía, carrera que seguramente le acarreará muchas críticas y acusaciones en el sentido de que “ya se anda distrayendo” con temas que no son propios de la ciudad que gobierna.

Pero es parte del costo.

Me parece que ya no hay dudas, o no por el momento:

Si Rafael Moreno Valle no es el candidato del PAN a la Presidencia de México, el “Plan A” para la gubernatura es –y será- Martha Érika Alonso.

Pero si Moreno Valle tiene éxito en su proyecto a Los Pinos y aparece en la boleta de 2018, el “Plan B” no es –ni será- otro que Luis Banck.

Y con todo lo que ello implica, incluso que no sea poblano de nacimiento, que no haya llegado a la alcaldía mediante una elección constitucional y que aún tenga que crecer más, mucho más que ese 32-33% de conocimiento actual.

Como diría el clásico de clásicos: si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato.

¿O me equivoco?

gar_pro@hotmail.com

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