La crisis que vive Grecia de no poder afrontar los pagos por 1,600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya fecha límite venció el pasado 30 de junio ademas de la deuda que debe enfrentar con el Banco Central Europeo (BCE) por 3,500 millones de euros, ha tomado un nuevo rumbo, para bien de los griegos y de Europa.

El gobierno de Alexis Tsipras decidió lanzar un referéndum al pueblo griego, con la siguiente pregunta: “¿Debe ser aceptado el acuerdo que fue presentado, por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25.06.2015 que consiste de dos partes, las que constituyen su propuesta unificada?”

El contestar “no” OXI en griego, consistía en no aceptar las presiones de la troika (FMI, BCE y la Comisión Europea) lo que conllevaría a aumentar el IVA, hacer recortes al sistema de pensiones y rebajar la edad prejubilatoria. Por el “si”, se buscaría entablar negociaciones con estos organismos internacionales, para aceptar su oferta.

Este domingo los griegos decidieron su futuro inmediato, según cifras oficiales votaron más del 61.31% por el “NO” con lo que el gobierno y la sociedad vieron en ello una victoria, el mismo primer ministro Tsipras declaró “Mi mandato no es de ruptura, sino para reforzar nuestro poder negociador. Desde mañana nos sentaremos a negociar con la prioridad de poner en marcha nuestro sistema bancario y restituir la estabilidad económica del país”. 

La “tragedia griega” está lejos de terminar, por ahora el gobierno heleno ha manifestado su postura, de que no está de acuerdo en las prácticas de la troika y que defenderá los intereses de sus ciudadanos a costa de enfrentarse a la Unión Europea (UE) y gobiernos como Alemania y Francia.

Esta semana comenzarán las reuniones entre Angela Merkel y François Hollande, mientras que Alemania ha declarado que el “no” equivaldría a un “no” a Europa con la posibilidad de dejar a los griegos a su suerte, por los efectos negativos que esto traería para la banca teutona, mientras que Francia le apuesta a la negociación.

Lo cierto es que Grecia ha dado un primer paso para replantear el futuro y la viabilidad de  la UE, ya que el acuerdo europeo no sólo se basa en cuestiones monetarias sino también políticas. Los cambios sociopolíticos que se han generado en el mundo a más de 20 años de la conformación de la UE, merecen un análisis de fondo. Diversidad de temas han afectado no sólo a Europa, sino a todo el mundo, las crisis económicas, el terrorismo, cambios geopolíticos y hasta climatológicos. La agenda global se debe replantear a raíz de la decisión de la sociedad griega, por la importancia que tiene la Eurozona. Será interesante conocer la postura  que asumirán EEUU y otros países como Rusia y China, independientemente de los países europeos miembros de la unión, quienes como decimos en México deben “poner sus barbas a remojar”.

La decisión de Grecia, es el acto de soberanía más importante del siglo y marca la pauta del papel que Estado y sociedad deben jugar en el futuro de los sistemas democráticos. También el “OXI” de los griegos es un ya basta a las políticas de austeridad que los organismos financieros internacionales han impuesto a los países en los últimos años. Hoy los griegos también han demostrado que democracia y soberanía son compatibles en el mundo global.

Hoy Grecia tiene mucho que festejar y sin duda enfrentar nuevos retos como consecuencia de su decisión, pero han dado el paso más difícil, esperemos que sigan caminando unidos y dando lecciones de que un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sí es posible.