El Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, anunció que habría un recorte al gasto público por la cantidad de 124,300 millones de pesos, lo que representa el .07% del Producto Interno Bruto.

Esta acción la justificó debido a la drástica caída en el precio del petróleo, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y la desaceleración de la economía mundial, debido a las tensiones geopolíticas. Una vez más, así como en el sexenio pasado, todas las consecuencias económicas tienen su origen en el exterior.

Sin embargo; el Secretario destacó que México se encuentra en una situación estable debido a las reservas internacionales y por tener una línea flexible con el Fondo Monetario Internacional, que por casos como el de Grecia se deberían manejar con reservas.

Declaró que “El entorno económico global se ha deteriorado significativamente por la drástica caída en el precio de petróleo; la inminente normalización de la política monetaria de EU, y generará más volatilidad y menos flujos de capitales en economías emergentes; y el debilitamiento de varias economías por conflictos geopolíticos”.

El inminente recorte al gasto público será sobre el gasto corriente y en el de inversión por lo que no se visualizan mayores impuestos. Pero esto impactará de otra forma al desarrollo económico.

Al afectar el gasto corriente, se disminuirán los gastos en la burocracia dorada, no habrá creación de plazas y se recortará el gasto en comunicación social.

Mientras que en el de inversión se verán afectada la creación de infraestructura manifestada a través de la construcción de carreteras, redes eléctricas, sistemas de telecomunicaciones, escuelas, hospitales, etcétera, que tiene como finalidad elevar la productividad conjunta de la economía, sostener e impulsar la competitividad y, como resultado, elevar el bienestar social.

Si bien el ahorro de este gasto no recae directamente sobre el contribuyente, la decisión de disminuir la inversión afectará de manera importante al sector de la construcción, ya que de ejemplo está la cancelación del Tren Transpeninsular y el Tren de alta velocidad México-Querétaro. Sin embargo apuntó que el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se mantiene conforme a lo planeado.

Parece que la medida trae doble consecuencia, ya que no generará infraestructura y limitará el acceso a los servicios públicos en algunos lugares. Mientras que programas que históricamente se han visto como electoreros se fortalecen y promueven por partida doble –Prospera y la Jornada Nacional contra el Hambre- en las zonas de mayor marginación.

Esperamos que el próximo Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del 2016 esté bien planeado y sea distributivo, ya que a mayor igualdad económica mayor igualdad social y política.