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Viernes, 03 Noviembre 2017 19:50

Thor: Ragnarok, el rubio y musculoso dios del trueno

Por  Staff Puebla On Line

Hay un buen detalle en Thor: Ragnarok, la última gran producción de Marvel con el dios del trueno, en el que intenta encender un jet que tiene una contraseña activada por identificador de voz. Le urge escapar –está metido en problemas y diversos enredos de la trama– y se identifica a sí mismo como “el Vengador más fuerte”. No sirve. Y, considerando cómo han sido las dos películas previas con él como único protagonista, a Thor quizá le habría ido mejor si dijera que es “el Vengador más aburrido”.

No es culpa del actor Chris Hemsworth, pero las películas de Thor han sido, en buena medida, poco memorables; si acaso solo lo son por las excentricidades de su hermano Loki (Tom Hiddleston) y por ser una elección algo extraña para que actuara Natalie Portman (la exnovia de Thor, que ahora desapareció a algún hoyo negro narrativo). Ragnarok se esfuerza por cambiar esa percepción y lo logra, más o menos, al bajarle los humos de manera consistente a aquel rubio musculoso, señala The New York Times.

Es algo que tiene sentido hacer, por muchas razones, entre ellas que puede llegar a parecer que los superhéroes están del lado equivocado de la historia cuando se parecen a caricaturas de raza aria.

 

Y no es culpa de Thor; así lo dibujaron. Pero los tiempos han cambiado y se necesitaba un nuevo look conceptual, y no solo para mejorar su atractivo en la taquilla. Marvel podría haber recurrido a algo más oscuro y melancólico, pero en vez hizo a Thor más divertido y absurdo. Le queda bien, al menos por un tiempo.

Thor ha servido bien como el alivio cómico de vez en cuando, aprovechando su identidad como alguien fuera de este mundo: es un dios (y le encanta decirlo), el hijo de Odín (Anthony Hopkins), etcétera. Durante un buen tramo de Ragnarok es un chiste que hace rendir las risas.

El director Taika Waititi le da a todo un toque encantadoramente idiosincrático y, como narrador, tiene el don de que las conversaciones y algunas tonterías sean cohesivas para formar una personalidad. Es un don que queda evidenciado en los diálogos íntimos de dos personas, Thor y con quien sea que esté cerca. Hay mucho bla, bla, hay algo de gritos; en algún momento, Odín explica a detalle algunas cosas. A los habladores se suma la hermana de Thor, Hela (una Cate Blanchett vampiresca), con todo y su delineador ahumado y vestimenta cual dominatriz. Quiere hacerse con el reino de Odín, que es tan indescriptible y amorfo como en ocasiones anteriores.

Fuente: NYT

 

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