¿Sobredosis de superhéroes? Y qué. Sobre todo si lo que llegan son películas como Vengadores: Infinity war o, como esta semana, Deadpool 2. Tantos antifaces y mallas pueden despistar, sobre todo si se tiene en cuenta que las dos películas mencionadas pertenecen a personajes Marvel. Ahora bien, si la guerra infinita congrega a los héroes del llamado 'Universo cinematográfico Marvel', la secuela de Deadpool pertenece al contexto de los mutantes de X-Men, ya saben, Lobezno, Xavier, Mística, Magneto... De hecho, Ryan Reynolds, el actor que da vida a Deadpool actuó por primera vez con este personaje en X-men origins: Lobezno' (2009).

Pero no fue hasta hace dos años que Deadpool tuvo película propia, en la que se convirtió en la gran sorpresa de 2016. La irreverencia, el sentido del humor y, en definitiva, la originalidad de la propuesta dejó claro que otro superhéroe era posible y necesario. Ahora llega a las pantallas Deadpool 2. El personaje interpretado por Ryan Reynolds vuelve a hacer gala de su vis cómica, sin dejar de lado, cómo no, la acción y los mandobles.

Wade Winston, un desfigurado cocinero que da vida Reynolds quiere convertirse en el camarero más atractivo mientras intenta poner remedio a su perdida del sentido del gusto. En su camino deberá luchar con ninjas, yakuzas y hasta con perros en celo. Y entre medias está nuestro superhéroe de las catanas. El reparto se completa con Josh Brolin en el papel de Cable y la actriz de origen alemán Zazie Beetz en el papel de la mutante Domino.

Por cierto, como nos tienen acostumbrados en este tipo de películas, no se pierdan la sorpresa que hay en la escena posterior a los títulos de crédito. Y el que avisa, no es traidor.

Fuente: MARCA