Pobladores de Ayoxuxtla de Zapata celebraron el 106 aniversario de la firma del Plan de Ayala por el general revolucionario Emiliano Zapata en medio de escombros, devastación y olvido institucional.

A dos meses y nueve días del sismo de 7.2 grados en la escala Richter, los afectados del municipio de Huehuetlán el Chico siguen durmiendo a la intemperie, sus niños tomando clases en salones improvisados bajo los árboles y siendo atendidos en una clínica donde las exploraciones médicas ocurren prácticamente en público.

Inocencio Aragón Vergara, presidente auxiliar del histórico municipio considerado la cuna del zapatismo, reveló a este medio que los derrumbes de más de 210 inmuebles --- 53 de ellos con daño total--- a la fecha siguen sin atención del gobierno estatal y federal, pese que se asegura haber cubierto la zona de desastre. 

Aragón sostiene que la mitad de los 900 habitantes que se cuenta entre los damnificados, están recrudeciendo su situación de pobreza y enfermedad, además de vivir en serio riesgo, pues algunas personas habitan sus endebles casas pese al peligro que representan.

El presidente auxiliar aseveró que la única ayuda que llegó al lugar fue de la sociedad civil, y que pese a pedir ayuda personalmente al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Tony Gali Fayad los apoyos no han llegado al ya marginado municipio.

 “No ha habido ni visitas de autoridades”, reprochó.

CLASES EN SALONES IMPROVISADOS

Los niños de Ayoxuxtla se han visto afectados tras el sismo y les está siendo violentado su derecho a la educación. Padres de familia aseguran que sus hijos toman clases en el patio de la Escuela Primaria Emiliano Zapata CCT:ZIEPRO1448 que quedó destruida.

Aunque  la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha reconocido en el discurso que los niños y niñas tienen el derecho a ser los primeros en recibir atención tras la tragedia y ha anunciado que ha agotado las acciones para coordinar las acciones de seguimiento a la emergencia y reconstrucción, hasta ayer al menos 100 infantes recibieron clases en salones improvisados, bajo un árbol y en medio del patio donde el sol cae a plomo. Las lonas que llegaron al municipio con las despensas ahora dan forman las paredes y parte del techo de los salones.

“Preferimos que tomen clases bajo un árbol a que pierdan clases. Maestros aseguran que han hecho las gestiones pero a la fecha no han recibido respuesta de la SEP”, dijo Candelario M, un padre de familia preocupado.

REVISIONES GINECOLÓGICAS, SUSPENDIDAS TRAS SISMO

La médico Ema Nezahualcóyotl Moctezuma responsable de los servicios de salud en Ayoxuxtla atiende de 15 a  20 personas diariamente en una explanada bajo un techo de lámina luego de que la clínica de salud colapsara por el temblor del 19 de septiembre

Aunque dijo que en tiempo y forma dieron parte a la autoridad y la aseguradora evaluó el daño del inmueble,  a más de dos meses del sismo las condiciones no han cambiado, pues la clínica sigue como entonces.

En entrevista reconoció que pese a sus esfuerzos, la atención no es la óptima pues las revisiones médicas se da prácticamente en la calle y en público.

El mobiliario consta de unas mesas, medicinas sin refrigeración y una cama para exploraciones  donde las mujeres embarazadas son examinadas “por encimita” y las revisiones ginecológicas han sido suspendidas.

Ema Nezahualcóyotl reveló que el número de pacientes con enfermedades respiratorias ha visto un disparo en el número, la exposición de las personas

permanentemente al polvo, el frio y la constancia de pernoctar a la intemperie ha terminado por tener un impacto importante en la salud de los habitantes.

ZAPATA CAE A PEDAZOS

Ayoxuxtla mantiene el mismo paisaje de devastación desde el pasado 19 de septiembre cuando el temblor derribó el edificio de la presidencia auxiliar, el bachillerato digital, la iglesia de San Marcos y el Museo Comunitario de Zapata.

Ayer en la conmemoración del aniversario de la firma del Plan de Ayala por el Caudillo del Sur, los objetos que ocupaban la sala de del museo fueron alojados a una choza donde exhibió la  mesa en la que el general Emiliano Zapata redactó el Plan de Ayala, la mayor proclama social y política en el que se desconoció el gobierno “del traidor de los campesinos”, el presidente Francisco I Madero y se proclamó como exigiencia “Tierra y libertad”.

Fuera del museo se exhibió la roca que usó como asiento el general Zapata, sus  trompetas oxidadas, cuadros y demás objetos usados en ese histórico momento revolucionario.

El lugar donde  defendió los derechos ahora es donde más se violan, así resumió la encargada del Museo, Isidra Aragón Tlatempa  la dolorosa situación que atraviesa el pueblo “Este es un pueblo revolucionario que ya se olvidó.  ¿Qué necesitan? que hayamos muerto para que nos miren?, sólo han llegado promesas de parte del gobierno”.