Que hay guerra civil declarada en el Partido Acción Nacional, lo prueba el madruguete que este lunes operó el dirigente del PAN y (ni tan) encubierto aspirante a la candidatura presidencial para 2018, Ricardo Anaya Cortés. Un “albazo” en toda regla que logró fracturar aún más al ya de por si dividido panismo nacional y, sobre todo, enfurecer por igual tanto al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, como a la ex primera dama Margarita Zavala.
Y es que sin previo aviso, desde la oficina de Anaya se organizó todo para que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN sesionara de forma “extraordinaria” para emitir la convocatoria y los lineamientos para la celebración de la XXIII Asamblea Nacional Ordinaria, con el fin de renovar al Consejo Nacional del blanquiazul.
No es cosa menor: la relevancia de esta renovación radica en que los panistas que logren ser integrantes del Consejo Nacional incidirán de manera directa en la definición del método para elegir al próximo candidato o candidata del partido a la Presidencia de la República para 2018.
Un tema clave que ya ha causado no pocos encontronazos entre los aspirantes a dicha candidatura: http://www.pueblaonline.com.mx/garganta_prof/?p=8747#more-8747
Hasta donde se sabe, la maniobra de Anaya desató los demonios en el PAN, pues todos los preparativos se hicieron “en lo oscurito”.
Ningún operador cercano a Moreno Valle o a Margarita Zavala fue avisado de la emisión de dicha convocatoria y, por tanto, los términos de la misma no fueron consensados entre todas las partes interesadas.
La gran molestia es porque quien controle u obtenga la mayoría en el Consejo Nacional –uno de los máximos órganos de decisión en el PAN-, podrá inclinar la balanza para favorecer sus intenciones de ser candidato o candidata.
La convocatoria de Ricardo Anaya, misma que se filtró a varios integrantes del CEN del PAN, detallaba incluso el inicio del procedimiento para la realización de las asambleas estatales y municipales para iniciar con la renovación del Consejo Nacional.
El punto cinco, en específico, marcaba la aprobación de dicha convocatoria.
Por eso, al enterarse del “albazo”, Moreno Valle y Zavala maniobraron para reventarlo.
Aunque con escaso éxito, pues el mismo lunes por la tarde, a través de un comunicado, el PAN informó que el Comité Ejecutivo Nacional aprobó la convocatoria para la renovación del Consejo Nacional, así como el calendario para las distintas etapas del proceso que lo integran.
Anaya recordó que el actual Consejo Nacional entró en funciones el 29 de marzo de 2014, siendo electo en aquella ocasión para un periodo de dos años y medio, a fin de homologar su renovación con lo establecido en los estatutos del partido, es decir, al año siguiente del proceso electoral federal.
En otras palabras: desde 2014 es estableció que el Consejo Nacional se renovaría nuevamente en el segundo semestre de 2016.
De esta forma, las asambleas estatales, que es donde se elegirán a los consejeros nacionales de cada entidad federativa, se llevarán a cabo del 4 al 11 de diciembre próximo, y las municipales, que propondrán a los candidatos a consejeros, se efectuarán durante el mes de noviembre.
Así, el presidente nacional del PAN se salió con la suya, y concretó el “madruguete”, bajo el argumento de que tanto Moreno Valle como Margarita Zavala ya iniciaron por su lado amarres con no pocos dirigentes estatales para ir confeccionando su candidatura, y él, Anaya, no puede quedarse atrás.
Lo único cierto es que a poco menos de dos años de la elección presidencial, hay guerra civil en las filas blanquiazules.
Porque como he dicho: quien defina el método para elegir al candidato o a la candidata, tendrá prácticamente en la bolsa la disputada nominación a Los Pinos.
Y ello pasa forzosamente por la integración y renovación del Consejo Nacional, hoy motivo de una de las muchas batallas que de aquí en adelante habrán de librar los tres abiertos aspirantes panistas a la Presidencia de la República.