A la sombra de cualquier negocio que genere mucha feria, como diría Miguel Ángel Félix Gallardo, crece siempre un mercado paralelo ilegal. Y la perfumería es uno de ellos. En 2017, y según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, Stanpa, las ventas del sector aumentaron en España un 5,4 % respecto al año anterior. Esto se traduce en más de 1.312 millones de euros. Y los hombres somos protagonistas principales de este incremento porque el crecimiento experimentado por las esencias masculinas, principalmente las de alta gama, ronda el 7 %. Además, contamos con más de 15.000 perfumerías especializadas y somos el cuarto país del mundo en exportación de fragancias.
Y claro, con un pastel tan grande y apetitoso, la piratería no podía resistirse a darle un buen mordisco. Sobre todo ahora, con la campaña de Navidad a la vuelta de la esquina, y en la que, en tan solo unos días, se consume un tercio del total anual. A esto hay que añadir que el último informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea estima que la piratería olfativahace perder casi mil millones de euros y 8.200 empleos al año en nuestro país. Y eso por no hablar de los peligros para la salud, ya que los perfumes ilegales pueden producir alergias, intolerancias, manchas en la piel o quemaduras solares.
Pero no te preocupes por aquí te traemos los seis detalles en los que tienes que fijarte para que no te den limón en polvo por bergamota de Calabria.
Estarás comprando una falsificación:
1. Si el plástico del embalaje no está tenso, tiene pliegues irregulares y, al friccionarlo, suena.
2. Si el cartonaje es de baja calidad y tienen irregularidades en su impresión.
3. Si las referencias del etiquetado, como el listado de ingredientes, el código de barras o el número de lote, no aparecen o están incompletas.
4. Si al agitar el bote, la espuma que forma el perfume no desaparecerápidamente.
5. Si en el frasco se observan juntas de unión entre las piezas.
6. Si la cánula es más larga de lo normal o está excesivamente dilatada.
Eso sí, la única opción para estar completamente seguro de que una fragancia no es una falsificación es adquirirla siempre en puntos oficiales y autorizadosporque son los únicos que cuentan con todas las garantías de los productos auténticos.
Fuente: GQ
