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Domingo, 09 Septiembre 2018 21:34

A 50 años del linchamiento de Canoa: introducción al horror

Por  Staff Puebla On Line

Se cumplen 50 años de la Masacre de San Miguel Canoa. Ocurrió la noche del 14 de septiembre de 1968 en el pueblo de San Miguel Canoa, junta auxiliar del municipio de Puebla ubicado en las faldas del volcán de la Malinche, en donde fueron linchados cinco trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que iban de excursión a la Malinche y que, al ser sorprendidos por la noche y la lluvia, tuvieron que quedarse a dormir en el pueblo, en la casa de un habitante que tenía problemas con sus vecinos y con el sacerdote del lugar. 

De acuerdo a varias versiones, los habitantes del pueblo, instigados por el sacerdote, acusaron a los jóvenes de ser comunistas y de intentar instalar una bandera rojinegra en la iglesia del lugar en el contexto del Movimiento estudiantil de 1968, a dos semanas de que ocurriera la matanza de Tlatelolco. Los habitantes del pueblo fueron despertados y, armados con machetes, palos y antorchas, se dirigieron a la casa en donde estaban hospedados los jóvenes y asesinaron a tres de los cinco empleados, así como al dueño de la casa. No hubo detenciones masivas ni se detuvo a los principales instigadores del linchamiento. Los pocos que fueron encontrados culpables salieron de la cárcel al no poder demostrarse su participación en los hechos.

Este suceso fue contado en la película Canoa de Felipe Cazals en 1975.

Por mucho tiempo, San Miguel Canoa fue un municipio independiente, hasta que en 1962 fue extinto para pasar a formar parte del municipio de Puebla, a pesar de estar ubicado a 12 kilómetros de la cabecera municipal. 

Este vacío de poder ocasionó el aislamiento del pueblo y la falta de una autoridad civil, ya que para los habitantes del pueblo, la única autoridad estaba en el sacerdote de la iglesia de San Miguel, quien actúo cobrando impuestos y gestionando ante el gobierno municipal y estatal la pavimentación de la carretera y la instalación de servicios, cobrando todo a través de sus organizaciones religiosas. 

A aquellos que no tenían para pagar las contribuciones, los obligaba a trabajar en las faenas de la construcción del pueblo. Esto ocasionó la migración de habitantes que no querían vivir bajo la autoridad sacerdotal pero que tampoco podían oponerse a la mayoría.

Debido a que la mayor parte del pueblo hablaba náhuatl, nadie leía periódicos ni veía televisión, y no estaban enterados del movimiento estudiantil de 1968, que ocurría entonces en la Ciudad de México.

Aquí una reseña de Canoa, la película de Cazals, de la autora Fernada Solórzano en Letras Libres:

https://www.letraslibres.com/mexico/cinetv/canoa-introduccion-al-horror

En una escena de Canoa, cinco jóvenes sentados en el piso de una casa de adobe escuchan el relato de su anfitrión, un campesino llamado Lucas. Este se ha ofrecido a alojarlos del aguacero que esa noche azota el pueblo de San Miguel Canoa, a pocos kilómetros de la ciudad de Puebla. Son empleados ...

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