PAN: LA BATALLA POR EL MÉTODO (Y EL “ZAPE” A RICARDO ANAYA)

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De forma un tanto soterrada se ha desatado una verdadera batalla en el PAN para definir el método de elección del candidato o la candidata a la presidencia de México en 2018.

Las intenciones de la ex primera dama Margarita Zavala de Calderón y el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, van en sentidos opuestos y el choque de trenes es inminente, sobre todo porque quien debería fungir como árbitro, el dirigente nacional del partido, Ricardo Anaya, es obviamente parte interesada.

El método definirá en un 70 u 80 por ciento al o a la candidata a Los Pinos, pero las posiciones son por el momento irreductibles y no hay visos de un acuerdo que garantice la pretendida unidad de un PAN ya de por sí dividido en facciones y camarillas al estilo del PRI y PRD.

Este fin de semana, al acudir a un festejo por el 77 aniversario de Acción Nacional en las instalaciones del Museo de Arte Virreinal de Puebla, Moreno Valle hizo públicas sus intenciones.

Y es que se pronunció porque se dejen atrás las decisiones cupulares y se tome en cuenta la opinión de los militantes para elegir al abanderado del PAN para la elección de 2018.

Rezagado en las encuestas, el equipo morenovallista cree que su única gran oportunidad de hacerse de la candidatura es mediante una elección entre panistas.

Se considera que la estructura azul armada en el país en los últimos meses, el control de algunos comités directivos estatales, el dominio de un amplio padrón de militantes –aunque sujeto a auditoría-, las alianzas con gobernadores, diputados federales y presidentes municipales, y los recursos económicos necesarios, son variables suficientes para ganar en una contienda interna tanto a Margarita Zavala como a Ricardo Anaya.

De hecho, operadores morenovallistas como el diputado federal Eukid Castañón Herrera se han pronunciado ya públicamente porque una consulta a la base sea precisamente la manera en que se elija al candidato.

Del otro lado, el planteamiento es totalmente distinto.

Margarita Zavala puntea en las encuestas –todas las encuestas- y es ese precisamente el método que quiere imponer a su partido, y a sus rivales, de cara al 2018.

A eso se refiere Moreno Valle cuando se pronuncia en contra de una “decisión cupular”, una decisión cupular basada en sondeos de opinión que hoy favorecen a la esposa del ex presidente Felipe Calderón.

El riesgo de ir a un proceso interno es alto para Margarita Zavala, sobre todo ante un personaje que no ha perdido una sola elección como el gobernador poblano.

No es extraño que operadores de la ex primera dama ya estén tratando de legitimar el discurso de su candidata.

Hace unos días, por ejemplo, el regidor panista Juan Carlos Espina Von Roehrich lo planteó de forma directa. Dijo que el PAN debe evitar un conflicto “e irnos por el que esté mejor posicionado” (sic).

Como la mayoría de los simpatizantes de Margarita Zavala, alineados aquí en Puebla con lo que se conoce como “El Yunque”, intuye que podría ser derrotada si se somete a una elección entre panistas.
Los muchos -y muy conocidos- agravios cometidos por su marido a la militancia, suman en su contra.

Lo cierto es que quien gane esta batalla, la de la definición del método, posiblemente gane a su vez la disputadísima candidatura.

Por lo pronto, la pasada semana el morenovallismo dio una pequeña gran muestra de su fortaleza al interior del PAN al propinar una fuerte derrota a Ricardo Anaya, quien es juez y parte y pareciera estar aguardando que Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle se destrocen para entonces él emerger como la opción más viable.

Según cuentan fuentes informadas, el dirigente nacional del partido pretendió dar un albazo a los gobernadores del PAN en funciones y a los electos al apropiarse de la negociación del Presupuesto 2017 para los estados azules con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Es decir, erigirse en “ventanilla única”, monopolizar dicha negociación y desplazar principalmente a Moreno Valle y Tony Gali Fayad, quienes rápido advirtieron las negras intenciones de Anaya y le pusieron un alto.

O un “zape”.

Moreno Valle operó directamente con el para esos días todavía titular de la SHCP, Luis Videgaray, acuerdos que fueron ratificados por su sucesor, José Antonio Meade –gran amigo del morenovallismo-, y Anaya no tuvo otra que recular.

El pasado jueves, el dirigente nacional del partido se reunió en el CEN del PAN con gobernadores en funciones y gobernadores electos; ahí quedó claro que al menos por lo que toca a Puebla, la negociación del Presupuesto 2017 pasa y pasará, como siempre, por Casa Puebla, no por manos tan extrañas como externas.

No es casual que en la fotografía oficial del encuentro entre Ricardo Anaya y los mandatarios, Moreno Valle y Tony Gali se hayan colocado hasta el final de la mesa.

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De ese tamaño es la distancia con el ambicioso y traicionero presidente de Acción Nacional.

gar_pro@hotmail.com

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