Héctor Alonso y sus impulsos

Fernando Maldonado

Los impulsos y su sentido de la dignidad llevarán al diputado de Nueva Alianza, Héctor Alonso Granados a un obligado desencuentro con sus pares en el poder Legislativo.

Apenas instalada la naciente legislatura, decidió echar a empellones al fotoreportero del diario Milenio en Puebla, Luís Hernández, que según el propio diputado, lo había ofendido al mentarle la madre en el recinto parlamentario.

Quienes conocemos al ahora representante popular, sabemos del talante que lo arropa y que le ha traído no pocos desasosiegos en su carrera pública. Pero también se debe saber que Luís Hernández no es de los trabajadores de los medios a quienes se les distinga por su ánimo pendenciero. Menos majadero.

El caso es que desde ahora, un estigma acompañará al legislador integrante de la coalición Compromiso por Puebla: el de un político que gusta poner remedio a lo que no le acomoda, por la buena o por la mala, y por sus propias manos.

En otras circunstancias esa actitud merecería ser plausible, pero no ha merecido esa gracia. Intolerante y bárbaro son dos definiciones amables en círculos políticos, pero también entre los colegas de oficio. Las más son lastimosas en extremo tanto para quien las recibe, como para quien las profiere y por tanto no encontrarán espacio aquí.

Conviene en cambio detener la observación en un hecho inocultable: el diputado ofendido ha perdido la legitimidad ganada en la esfera mediática, tras su salida valiente del PRI, partido dominado entonces por el omnipotente Mario Marín.

Esa sola circunstancia hará meditar a sus compañeros de bancada y en el nuevo grupo dominante. Hasta dónde es posible confiarle tareas de operación política de alta precisión, sin que vaya a romper con el precario equilibrio en el interior de ese grupo amplio de partidos políticos.

Y si acaso esa eventual y exitosa tarea es bien recibida en el gremio periodístico será porque coyunturas ajenas al ejercicio del periodismo obligaron a guardar el expediente del agravio, pero no a perdonarlo.

@fmaldonado15