Las abejas asesinas

Fernando Maldonado

Se les conoce como las “abejas asesinas”. Van camino al estado de Guerrero. El próximo 30 de enero serán renovados los poderes públicos en ese estado, vecino al nuestro.

La denominación de este grupo se debe a su origen. Salen del Panal (Partido Nueva Alianza), que impulsó la abeja reina: Elba Esther Gordillo, a quien no se le conoce hasta ahora zángano alguno, salvo un grupo pequeño de incondicionales.

Se trata de un grupo selecto de operadores electorales. Un conjunto de líderes magisteriales acostumbrados a la grilla, la trama electoral y el golpeteo. Hace años que no trabajan frente a grupo, pero son expertos en las artes del manoseo electoral.

Varios de ellos son de Puebla. Ex secretarios generales que siguen pegados a la ubre del erario sin reportar a sus respectivos planteles. Nada nuevo.

Llevan la consigna de comenzar a revertir los malos números que arrastra el abanderado priista, Manuel Añorve frente a su oponente (otro priista converso), Angel Aguirre Rivero, ex mandatario guerrerense.

Presumen los enviados por la abeja reina tener la capacidad para inclinar la balanza en la preferencia electoral en aquélla entidad, gobernada por el Partido de la Revolución Democrática.

No debe sorprender el reacomodo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Si en Puebla las autodenominadas “abejas asesinas” apoyaron de manera decidida la candidatura de Rafael Moreno Valle Rosas no fue por una convicción política.

Si para las elecciones de Veracruz, San Luís Potosí, Jalisco y Coahuila así como Guerrero se movilizaron para apoyar a los candidatos del PRI, Tampoco obedece a una fidelidad a la militancia.

Los designios de la propietaria sindical, fundadora del Panal son entendibles según el criterio que se forja en función de estudios de opinión sólidos que solo ella posee. La rentabilidad electoral rige el criterio de la poderosa dirigente sindical.

La influencia de la maestra llegó al nivel máximo que ningún otro dirigente sindical hubiera imaginado: desafiar a un presidente de México, sin temer a las consecuencias por tal osadía.

Lo dicen con cierta resignación, pero resueltos. Las “abejas asesinas” van a Guerrero para pelear una parcela de poder para su patrona, la “abeja reina”, dueña absoluta del Panal.

A la cabeza los profesores Jorge Rodríguez y Guillermo Aréchiga, dos ex líderes sindicales que no han vacilado en mudar de la prenda militante que antes los vistió de verde, blanco y rojo.

En el sótano…
1.- Que la dimisión de Blas Villegas a la dirección de la Agencia de Protección Ambiental la semana pasada también tiene otra pista: la negativa a firmar contratos con diversos prestadores de servicios. Uno con Trafic Light Ingeniería Urbana, por ejemplo.

2.- Personal de la sindicatura municipal desestimó las pruebas que ponen contra las cuerdas al jefe del Departamento de Afectaciones y Expropiaciones, Arturo Rodríguez Ballinas que encontró un cochinito con al arrendamiento de las canchas deportivas de El Seminario.

Aquí solo una prueba de las trampas del funcionario abusivo.



3.- Finalmente fue designado coordinador del rebaño tricolor el zavalista, José Luís Márquez. Sin menos preciar la capacidad del ungido ayer, veo difícil que perfiles como el aguerrido Enrique Doger o Víctor Hugo Islas vaya a ser dóciles legisladores bajos los designios de su mariscal.

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