28 días

Lesly Mellado May

Justo cuando iniciaba en Puebla la era de “abre los ojos”, yo estaba confinada en la sierra poblana padeciendo un cuadro de conjuntivitis que se complicó con laringitis y una afección en el oído.

Estaba, pues, ciega, muda y sorda, así que no pude fisgonear a gusto la unción de Rafael Moreno Valle Rosas como gobernador.

Volví al trabajo el 8 de febrero cuando ya estaban en el Congreso sus iniciativas para empezar a dar forma a su gobierno.

Y entonces sí abrí los ojos y no justamente por los medicamentos que hicieron lo suyo y me devolvieron los sentidos.

El Poder Legislativo, sin agenda propia, dio pase libre a las disposiciones del gobernador como en los buenos, los mejores y los mismísimos tiempos del PRI.

Las primeras medidas morenovallistas fueron el aumento de penas para invasores de predios, la ley de Proyectos para Prestación de Servicios, y la regulación al ejercicio periodístico a través de sanciones económicas.

A 28 días de gobierno, el mensaje de Moreno Valle, el que yo entiendo es: mano dura contra quien pueda representar una voz disidente y mano abierta a los negocios.

Con eso, cualquiera abre los ojos, hasta los que padecen conjuntivitis, y alza la voz aunque tenga laringitis.

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