Archive for Abril, 2010

Ya no es Pepito…. ahora es Felipito

Martes, Abril 6th, 2010

1. El presidente FELIPE CALDERÓN lleva juguetes al hospital y el director le dice: “señor presidente, usted les trae juguetes a los niños y hace dos días que no comen”….. Ah! entonces dígales que si no comen… no hay juguetes!!!

2. Al presidente lo muerde un perro negro y ordena matar a todos los perros negros de MÈXICO !!! Los perros negros empiezan a correr por la calle y al fondo corre un perrito blanco. Uno de los perros negros le pregunta: “Y tú por qué corres, si mandó a matar sólo a los perros negros?” .. “Y tú… ¿vas a creerle a ese mentiroso hijo de puta?”

3. Un borracho está en la plaza de armas gritando: “¡¡¡EL PRESIDENTE ES UN PENDEJO, EL PRESIDENTE ES UN PENDEJO!!!” Rápidamente, aparecen dos guardias le empiezan a dar golpes, por traición a la patria y se lo llevan a rastras.. El pobre borracho empieza a implorarles: “Pero…. si yo me refería al presidente de Estados Unidos!” y los guardias le contestan: “¡No trates de confundirnos! Nosotros sabemos quién es el pendejo!!!”

4. Un señor en una tienda de disfraces:
-”Quiero un traje de cura y una máscara de FELIPE CALDERÓN”-
- “¿Y eso para qué?”
-”¡Para disfrazarme de Reverendo Pendejo!”

6. FELIPE CALDERÓN molesto, manda llamar a Pepito y le dice: “Verás hijueputa, me enteré que estás diciendo por ahí que cuando me muera, vas a hacer fila para escupir en mi tumba, es verdad eso?”
- “No señor, eso es mentira… Usted sabe que a mí no me gusta hacer filas….”

7. Le pregunta FELIPE CALDERÓN a Pepito: “Así que TÚ eres el de los cuentos?”
- “No, señor presidente, yo soy el de los chistes, el de los cuentos es USTED!!!”

8. Llega FELIPE CALDERÓN a la casa de un pobre trabajador pero muy honrado. El señor le dice: “mire tengo cinco perritos para regalarle pero hay un problema, sólo tres son simpatizantes de usted y los otros dos no….” y le pregunta CALDERÓN: “¿ y usted por qué sabe que los otros dos no son simpatizantes míos?” - “Por que esos dos perritos ya abrieron los ojos”

Pascua

Lunes, Abril 5th, 2010

Se acabaron los rezos y los golpes de pecho. De los apuntes de la Semana Santa, tres aspectos bien vale la pena enlistar:

1. El fervor con que los fieles quemaron a los “judas”. Figuras con el cuerpo y rostro de los políticos y funcionarios, ardieron el Sábado de Gloria. En la ciudad de México, unos cristianos decidieron quemar la efigie de más de tres metros de altura del secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón. Las razones para que en el Distrito Federal hayan condenado a este poblano son la falta de empleos y el auge del comercio informal.

Aquí en Puebla, en el Barrio del Artista, ardieron las figuras del gobernador Mario Marín Torres, la dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes Rangel, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, la alcaldesa de Puebla Blanca Alcalá, el rector de la BUAP Enrique Agüera y hasta el fotógrafo poblano Raúl Gil.

2. La incidencia en pecados capitales también estuvo a la orden del día. Entre misa y rezo, los creyentes se dieron el gusto de ceder ante la lujuria que les provocó algún diminuto traje de baño, a la gula por aquello de que había pretexto para “atascarse” de mariscos, y a la pereza, a la que nadie le hizo el feo desde la tarde del jueves que la mayoría de negocios y oficinas bajaron la cortina.

A propósito de las faltas a la moral, resulta que mujeres y hombres, por igual, incurren en la infidelidad más que ninguna otra de las prácticas consideradas reprobables o pecaminosas por parte de la Iglesia católica. Lo anterior, de acuerdo a documento divulgado por L’Osservatore Romano.

Además, el jesuita Roberto Busa, de 95 años, hizo un largo estudio sobre los pecados capitales y concluyó que en el caso de ellos, además de la lujuria, incurren en la gula, la pereza, la ira, la soberbia, la envidia y la avaricia. En el caso de las mujeres, el orden es soberbia, envidia, ira, lujuria y pereza.

3. Si bien, hace dos mil años la comunicación se reducía a la transmisión del mensaje de boca en boca o a través de cartas que tardaban más de un minuto en llegar a su receptor. Si Jesús hubiera tenido una cuenta en Twitter, la historia sería más o menos así: