A principios de los años setenta del siglo XX, se esperaba que un recién nacido en Puebla viviera en promedio 57.3 años; al año 2010 la esperanza de vida al nacer es de 75.5 años. Las mujeres viven en promedio cinco años más que los hombres. Estos son algunos datos que presenta el INEGI en el marco del Día de Muertos.

En el año 2008 se registraron 29 mil 316 defunciones; ocurrieron 120 muertes masculinas por cada 100 femeninas.

Diabetes mellitus, tumores malignos, enfermedades del hígado, enfermedades isquémicas del corazón , enfermedades cerebrovasculares, enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y los accidentes de transporte, en conjunto, fueron causa de 54.3% de las defunciones ocurridas en 2008.

En México existe una manera particular de entender y dar sentido a la muerte. Diversas culturas prehispánicas consideraban que el destino del hombre es perecer y el culto a la muerte era un elemento básico de la cosmovisión de los antiguos mexicanos.

De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 2010 la esperanza de vida al nacer es de 75.4 años en el país, y de 75.5 para las personas del estado de Puebla. Las mujeres de la entidad tienen una esperanza de vida de 78 años mientras que en los hombres es de 73. Este indicador ha ido en aumento: en 1970 se esperaba que un recién nacido viviera 57.3 años en promedio; para 1980 el valor fue de 64.6 años; en 1990, 68.5; y en el año 2000, 72.6 años.

Según este estudio, los estados que presentan la mayor esperanza de vida en el país son: Quintana Roo (76.5 años) y  Distrito Federal (76.3 años), además de Baja California, Tlaxcala, Baja California Sur (76.2 años, respectivamente) y Morelos (76.1 años). En contraparte, Guerrero (73.8), Veracruz (74.3) y Chiapas (74.4 años) destacan con los menores niveles en este indicador.

Oaxaca e Hidalgo son los estados donde el total de fallecimientos en área rural superan a los registrados en zonas urbanas, alcanzando proporciones de hasta 56%. Por su parte, Puebla se localizó por arriba de la media nacional de 24.1% en decesos rurales.

Un caso especial de las defunciones son los suicidios: en 2008 se registraron 150, equivalentes a 2.7 suicidios consumados por cada 100 mil habitantes en el estado; ciento quince fueron cometidos por hombres y 35 por mujeres. Por cada mujer suicida hubo tres hombres que incurrieron en este hecho.

La mayor parte de las defunciones por lesiones autoinfligidas intencionalmente sucedieron entre los jóvenes de 15 a 29 años, 71 suicidios. En este grupo de edad se encontró el mayor número de los suicidios de hombres (47 años).