Mi Calaverita

Desesperada la huesuda estaba
a Arturo Luna, con ansías, esperaba
al campo santo lo llevaría
por escribir en Puebla On Line con singular ironía.

En vano fue su desvelo
la calaca no halló al reportero,
buscaba a un blanquito sin pelo
y no a un trajeado con cabello.

- ¿Acaso eres tu el autor de la Garganta Profunda?
- Sí, soy yo huesudita, respondió con voz entrecortada.
- ¡Pues jálele pa’l cementerio amiguito!, no le hace que
ya sonrías y te peines un poquito.
- ¡No huesuda, no me lleves! Te lo juro
que con Mary Loli, pronto te saludo.

- No me importan tus excusas,
que Martín, Edgar y Leslie ya se quejaron
porque na’mas no te convencieron
y a un aumento te rehusas.