Pocos personajes en el mundo pueden decir que en su visita a un país extranjero son recibidos con todos los protocolos de hombre de Estado y de líder espiritual. Sólo la figura del Papa, líder religioso del catolicismo y Jefe de Estado del Vaticano puede reunir dichas características y tener un recibimiento como el que tuvo en nuestro país el fin de semana pasado. Su visita a México ha generado los más diversos comentarios desde el tema de la separación de Estado-Iglesia también denominada “laicismo” o “cesaropapismo”, que tiene que ver con la separación del poder político del poder religioso, aunque el Papa representa a los dos poderes por sí mismo, hasta los temas más candentes de la agenda social y política del país como la corrupción, la violencia, el narcotráfico, los feminicidios y las desapariciones forzadas, como el caso de Ayotzinapa, entre muchos otros. Sin embargo, no debemos dejar de entender que el Papa como cabeza de la iglesia católica, también tiene que posicionar los asuntos que son prioritarios para esta institución y hasta hoy lo ha hecho con el tino político que le ha caracterizado durante su mandato. No olvidemos que aun le quedan algunos días más de visita a nuestro territorio y que su agenda tiene más asuntos que postular. |
Recientemente un estudio del Banco Mundial publicó que al menos 20 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años en América Latina, ni estudian ni trabajan. El año pasado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalaba que en México se cuentan alrededor de 7 millones de ninis, es decir, lo que equivaldría a una tercera parte del total de jóvenes latinoamericanos. |
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