Después de La Hora del Planeta

Aparentemente, después de las 9:30 p.m. de este sábado, no ocurrió algo. Ni la Tierra dejó de girar, ni los cerros reverdecieron, mucho menos se detuvo el calentamiento global.

Puebla junto con la ciudad de México, San Luis Potosí y Guadalajara representó a la República Mexicana en el llamado mundial denominado “La Hora del Planeta”.

Sólo el 3% de la población apagó las luces durante una hora. Con esta raquítica cifra contribuyeron los poblanos a la medida que tuvo replica en 4 mil ciudades en 88 países. En suma, en México, 829 monumentos emblemáticos del mundo apagaron sus luces para apoyar de manera simbólica las acciones contra el cambio climático.

En la Ciudad de México las luces de más de 110 edificios y monumentos de los más emblemáticos de la ciudad se apagaron. Entre ellos, los edificios de la gobierno de la capital, Palacio Nacional, La Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Catedral Metropolitana, el Angel de la Independencia, el Hemiciclo a Juárez, el Palacio de Bellas Artes, la Fuente de la Diana Cazadora y el Monumento a Colón.

En Puebla se obscurecieron el Palacio Municipal, el Ángel Custodio, la China Poblana, los monumentos a Ignacio Zaragoza, a Benito Juárez y a los hermanos Serdán y diversas iglesias; las fuentes de los Frailes, del Paseo Bravo, la 3 Oriente y la Fuente de San Miguel; además de los edificios públicos, dependientes del gobierno municipal.

En Guadalajara apagaron sus luces el Palacio Municipal de Guadalajara y alrededor de 40 edificios públicos municipales, entre ellos el Archivo General Municipal, la Tesorería Municipal y las oficinas de Parques y Jardines.

En tanto, en San Luis Potosí bajaron el interruptor el Palacio de Gobierno, la Plaza de Armas y el edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Sin embargo, más allá del ahorro de energía o de un utópico sueño de revertir el daño que la humanidad ha ocasionado al ecosistema, lo que La Hora del Planeta pretende es crear conciencia, fomentar los foros sobre el cambio climático así como lograr que las personas hagan pequeños cambios en sus vidas para convertirse en consumidores más racionales, disminuyendo su contribución a las emisiones de dióxido de carbono.

Algunas medidas simples pero eficaces para ahorrar energía son: instalar focos compactos de luz fluorescente; elegir electrodomésticos de consumo eficiente de energía; asegurarse de que las llantas de los autos estén bien infladas y desconectar los aparatos eléctricos y electrónicos que no estén usando.


Tags: , , , , ,