EFECTO DOMINÓ EN EL SENADO

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Con el regreso de Raúl Cervantes Andrade al Senado de la República, tras su frustrado intento de convertirse en ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –a pesar del impulso de su amigo el presidente Enrique Peña Nieto–, este jueves, se da también la pérdida de un escaño para el estado de Puebla, pues Ricardo Urzúa Rivera, su suplente y quien por poco más de un año ocupó ese lugar, dejará la Cámara Alta.

Sin embargo, este es apenas uno de dos importantes cambios que muy probablemente tendrá la alineación de los senadores por Puebla, que, hasta la salida formal de Urzúa, nunca tuvo tantos asientos senatoriales, un total de seis con él: las dos elegidas en las urnas, las priístas Blanca Alcalá Ruiz y Lucero Saldaña; el panista que llegó como primera minoría, Javier Lozano Alarcón, y los representantes de lista nacional (plurinominales) del PRD, Luis Miguel Barbosa Huerta, y del PT, Manuel Bartlett Díaz, ambos coordinadores de sus respectivas bancadas.

Urzúa nunca ha podido ocupar un lugar como propietario en el Congreso de la Unión, a pesar de que ya fue diputado federal a la LXI Legislatura, a la que llegó como suplente de Ardelio Vargas Fosado, quien dejó la curul para ser secretario de Seguridad Pública del estado, y senador como relevo temporal de Cervantes, quien ahora será el coordinador de los festejos del Centenario de la Constitución, justificación decorosa que se le dio, como deferencia a que fue el primer presidente del Senado en la anterior legislatura.

Ante esos sucesos, Puebla ahora queda con sólo cinco escaños, pero uno de ellos tendría un relevo que se antoja muy posible.

Y es que si la senadora Blanca Alcalá solicita licencia, a más tardar los primeros días de marzo de 2016, para ser la candidata del PRI a la minigubernatura que se dirimirá en las urnas el 5 de julio del próximo año, su escaño tendrá que ser ocupado por la tehuacanera y dos veces diputada federal María del Carmen Izaguirre Francos, conocida por sus amigos como “Carmenchu”.

La hoy todavía delegada en Puebla de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) declaró recientemente que había concluido ya, de por vida, su tiempo como representante popular.

La política que nació en 1952 y es muy querida en Tehuacán, sin embargo, tendría que regresar a las lides legislativas, a las que se negó a ir en el pasado proceso electoral federal, cuando ella garantizaba la unidad priísta en el Distrito 15, con cabecera en su terruño.

De haber sido ella la candidata, aseguran por allá, el PRI hubiera ganado sin problemas, pero la designación de Geraldine González, como cuota del hoy subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Juan Carlos Lastiri Quiroz, y el pleito que por esto se generó con el grupo de Álvaro Alatriste, “El Monstruo”, quien gobierna realmente el municipio a pesar de que su esposa sea la alcaldesa, pusieron los clavos a ese ataúd electoral.

De haber ido Izaguirre Francos, juran y perjuran los priístas de Tehuacán, el PRI hubiera ganado 10 curules y no solamente 9, de las 16 que se disputaron en junio.

De darse el caso, para “Carmenchu” será la primera vez como senadora, pero no le son extrañas las labores parlamentarias. Ha sido diputada local a la LV Legislatura (2001-2003), en el melquiadismo, y diputada federal dos veces, a las LIX Legislatura (2003-2006) en donde fue compañera de bancada del actual gobernador, en sus tiempos de priísta, y a la LXI (2009-2012), en la última mitad del calderonismo.

De concretarse este relevo, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien por cierto guarda una amistad cercana con el gobernador Rafael Moreno Valle desde los tiempos en que coincidieron como diputados federales a la LIX Legislatura y a quien el hoy mandatario apoyó en su intento fallido de ser candidata al gobierno de Guerrero por el PRI, tendrá que nombrar a una nueva delegada en Puebla, para lo que, sin lugar a dudas, consultará al habitante de Casa Puebla.

Pero el efecto dominó que se daría con la posible salida de Alcalá del Senado incluso trasciende nuestras fronteras, pues la poblana es presidenta del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) para el periodo 2015-2017, cargo que tendría que dejar en el papel al diputado panameño Elías Ariel Castillo González, quienes es actualmente el secretario general. El relevo se daría por estricta prelación.

Alcalá no ha cumplido aún ni un año en ese encargo y de ahí sus viajes tan seguidos a Panamá, donde sesiona el organismo que reúne a 23 países de América Latina.

Así bien, Puebla perderá un escaño en el Senado, pues Cervantes, que desplaza a Urzúa, es representante de lista nacional, pero por el Estado de México, pero conservará cinco, con tal vez un cambio de alineación, una vez que, como todo indica, Blanca Alcalá -con quien parece que los momios están- se convierta en la candidata que enfrentará en las urnas a Tony Gali en 2016.

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El diputado federal de Puebla que anda muy activo es Rodrigo Abdala D´Artigues, de Morena, quien desde su arribo a San Lázaro ha salido a promover con bombo y platillo la presunta lucha de su partido por construir un México plural, incluyente y solidario.

Sin embargo, Abdala parece no predicar con el ejemplo, ya que quienes lo conocen saben que sus orígenes son en la cuna de élite poblana.

En contraste con la mayoría de los militantes de su partido, Rodrigo Abdala desde pequeño ha vivido rodeado de lujos y, en algunos momentos, de excesos.

Asistió a los colegios más caros y prestigiados de Puebla, a los que sólo se accede al pagar costosas cuotas mensuales. La mayor parte de sus años escolares los cursó en el Colegio Americano y su licenciatura en la Universidad de las Américas Puebla.

Conocido como el “sobrinito” del ex gobernador Manuel Bartlett, llegó a la máxima tribuna del país como cuota de éste, y no precisamente por su vocación política, ya que el voto de la ciudadanía lo mandó hasta el tercer lugar de las preferencias electorales en Distrito XII por el que hizo campaña.

Previo a su incursión en la política poblana, Rodrigo Abdala se dedicó a vivir la vida loca; muy al estilo junior, su día prácticamente transcurría en el andar nocturno derrochando grandes cantidades de dinero.

La represión y el autoritarismo que hoy cuestiona, eran sus mejores prácticas; quienes lo conocen, cuentan que una de sus novias tuvo que amenazarlo con denunciarlo ante las autoridades para que se alejara de ella, después de que en múltiples ocasiones intentó asfixiarla después de hacerle escenas de celos.

Pero desde que se asumió como candidato, Abdala se ha dedicado a la “lucha social por los mexicanos”, presumiendo en su currículum haber sido “Promotor de la Soberanía Nacional por MORENA” (sic), cualquier cosa que eso signifique.

¿Sabrán los militantes de Morena que aquel quien tanto defiende a su partido tiene un pasado totalmente contradictorio con su presente?

Pronto, los detalles.

gar_pro@hotmail.com

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