Para quienes poco o nada sabemos de futbol, Wikipedia nos revela que el Estadio Vicente Calderón es un recinto deportivo ubicado en el distrito de Arganzuela, en la ciudad de Madrid, España, a orillas del río Manzanares. Su propietario es el Atlético de Madrid SAD y su equipo titular el Club Atlético de Madrid. Además, resulta que está clasificado como estadio élite desde el año 2003 por la UEFA y fue el primer estadio español en tener tal categoría. El nombre del inmueble corresponde al empresario que presidió al equipo durante 21 años allá en los legendarios años 70.

A estas alturas todo mundo está enterado de la garrafal metida de pata que cometió (otra vez) Ernesto Cordero. Ahora no se metió con los seis mil pesos con los que vive una familia mexicana en promedio. En esta ocasión al aspirante del PAN a la candidatura presidencial, se “le hizo engrudo la masa” del cerebro y además de referirse al presidente Vicente Fox, también agregó al presidente Vicente Calderón, osea mandó a Felipe a otra galaxia.

Como nuestra sociedad digital informada acostumbra, reaccionó de inmediato y sacrificó en las redes sociales al panista con aires de Mr. Bean. “Las encuestas dan una ventaja de 10 puntos porcentuales a #VicenteCalderon. Le siguen Enrique Pena Ajena y Andrés López Amador”, se leyó en uno de los centenares de tuits que se burlaron del suspirante azul en desgracia.

La curiosidad ante el Trend Topic fue tal, que los ociosos no tardaron en regalarnos la imagen de Vicente Calderón, que incluso algunos refirieron como el resultado de una fusión al estilo Dragón Ball.

Además de rescatar el empate a un gol frente a los Rayados de Monterrey, el partido de este fin de semana del Puebla de la Franja tuvo una jugada para recordar.

Minutos antes de que concluyera el primer tiempo Sergio “Cherokee” Pérez disparó un tiro a 117 kilómetros por hora contra la portería camotera (la misma que defendió por diez años). La jugada no se convirtió en el primer lugar del equipo regiomontano pero si representó una importante pérdida para un vendedor de cemitas que recibió el balonazo en la espalda. Para ver la escena dale Play al siguiente video:

Los vendedores de cemitas, al igual que “el de las chelas”, las papas, las pizzas, los refrescos, los dulces y hasta los que venden playeras, cintas y fotografías son parte del mobiliario ambulante del estadio Cuauhtémoc, sin ellos ir a apoyar a La Franja, en definitiva no sería lo mismo.

Los recursos que la afición futbolera destina a su escuadra realmente son significativos cuando hablamos de toda una industria que mueve negocios de toda índole, desde la venta formal de boletos (cuyo costo depende de cual sea el enemigo a vencer) hasta la reventa indiscriminada de entradas, el abuso de los “viene viene” y los siempre requeridos vendedores de cemitas, chelas y demás.

¿Qué cuantos litros de cebada con alcohol se toman en un partido? Esa es una incógnita no del todo respondida. Alejandro Montiel realizó en el Estadio Azul el siguiente reportaje para Tv Azteca en el que calcula que en un encuentro de la máquina celeste se comercializan 17 mil 750 litros de cerveza que se traducirían, pesos más, pesos menos, en algo así como un millón 250 mil pesos. ¿Y tú, en el Cuauhtémoc, cuántas chelas te echas?