No es único en Puebla capital el caso de la toma clandestina de San Pablo Xochimehuacan, que generó cuatro explosiones y dejó un saldo funesto de un muerto y casi 30 heridos, en una tragedia que pudo ser mayor. Hay más casos, como latentes bombas de tiempo, que han recibido la omisión, si no es que hasta la colusión, de las autoridades del anterior gobierno municipal.
En la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, también al norte de la ciudad, “todo el pueblo sabe” dónde está un predio, en donde día y noche se surte gas robado.
Ahí hay una toma clandestina en los ductos de Pemex que ahí pasan y que también se colocaron antes de que la mancha urbana devorara esa zona, despoblada originalmente.
Es otra bomba de tiempo debajo de los pies de los poblanos.
Esa surtidora ilegal está en la colonia Guadalupe Xonacatepec.
Cercana a la carretera.
Específicamente, de acuerdo con una documentada denuncia anónima, está en la Calle 15 de septiembre número 10217.
Entre las calles 3 de Octubre y 12 de Octubre.
Es la colonia Guadalupe Xonacatepec La Cuchilla, para ser precisos.
No es posible que pase inadvertido a las autoridades.
Al menos 20 pipas al día, de 10 mil litros, se surten ahí.
El dueño del predio actúa como propietario de la zona.
Circula a sus anchas en un vehículo sin placas.
Todo mundo lo sabe.
Todos los ojos lo ven.
La notoriedad de esa operación ilegal es tal, que la conclusión obvia es que hay complicidad de las autoridades.
Pero, además, también se ha denunciado.
Incluso con testigos fotográficos y en video, con vuelos con drones.
Directamente se le dijo a Argelia Arriaga García, en un recorrido que hizo, durante el tiempo que fue presidente municipal suplente de Claudia Rivera Vivanco, quien andaba en campaña por su frustrada reelección y a quien este tema, como muchos más, sencillamente no le importaron.
En aquellas visitas que realizó Arriaga, también se le hizo notar el riesgo que hay en la colonia Bosques de San Sebastián, muy cerca de ahí.
En ésta, en la barranca rellenada sobre un ducto de Pemex, hay asentamientos irregulares.
Su respuesta fue de antología: “por humanidad tienen derecho a la vivienda”, quienes ahí han invadido.
Las alertas deben encenderse luego del caso Xochimehuacan.
Hay mucho que se puede hacer, para prevenir otra tragedia.
El gobernador advirtió que todo se investigará y todo se castigará, si hay méritos judiciales.
Ello al responder, en la conferencia de este lunes, sobre la advertencia y solicitud de ayuda que se había lanzado sobre el predio irregular en San Pablo, en donde se generaron la toma de gas y las explosiones.
El alcalde auxiliar de Xochimehuacan, César Juárez, alertó, desde septiembre de 2020, a la Secretaría de Gobernación Municipal del riesgo que ahí había.
Del inútil René Sánchez Galindo, entonces titular de esa secretaría, no recibió siquiera respuesta.
O no conocemos que se haya dado.
Colusión.
Omisión.
Complicidad.
Negligencia.
Una o todas pueden ser.
Pero las bombas de tiempo, ahí están, a la vista de todos.
Y el reloj está corriendo…