La cuarta ola de contagios de la pandemia de COVID-19 está ya tocando a la puerta de México y de Puebla. El incremento, en proporciones geométricas, de las infecciones entre finales de 2021 y principios de este 2022, es la evidencia inequívoca de a dónde vamos. Ya lo sabemos por experiencia.
Sin embargo, si algo puede darnos esperanza es que, en mayor o menor medida, algo hemos aprendido.
Y mucho se ha hecho.
Ello, a pesar de los todavía muchos que se niegan a un comportamiento responsable personal, que redunda en el beneficio o el perjuicio colectivos.
La confirmación de tres casos en Puebla de la variante Ómicron, junto con las más recientes cifras de los contagios en el estado, nos ponen en alerta.
Las cifras de los contagios evidencian un crecimiento sostenido: el jueves 30 de diciembre, se reportaron 61 casos nuevos.
El viernes 95.
Sábado, 61.
Domingo 37 y este lunes 3 de enero, 40 contagiados nuevos.
Sin embargo, la buena noticia es que hay pocos hospitalizados.
Puebla cuenta con 95.5 por ciento de la población mayor de 18 años, con al menos una dosis contra la COVID.
Está en proceso el refuerzo, la tercera dosis, para el personal de salud y se ha avanzado con adultos mayores.
Igual ocurrirá con los docentes y el personal de las escuelas.
Por ahora, el regreso a clases ha continuado con el modelo híbrido.
Hemos aprendido y las precauciones son mayores.
Los protocolos mejores.
Casi son parte ya de la vida cotidiana.
Como ocurre en Nueva York, en la Ciudad de México, la mayor concentración demográfica del país, se realizan exámenes gratuitos en lugares públicos, para detectar infecciones.
Los ocho módulos que habilitó el Gobierno Ciudad de México, en quioscos y plazas comerciales, trabajarán desde las ocho de la mañana y hasta las dos de la tarde.
Por supuesto las filas son largas.
Puebla, en tanto, no se ha quedado atrás.
Es pionera en la implementación de una aplicación para celulares, que monitorea a posibles contagiados y puede advertir el riesgo, con base en su movilidad y las personas con las que tuvo contacto.
Pero nada sirve, ante la irresponsabilidad.
El cuidado personal es indispensable y repercute en la seguridad colectiva.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta llamó este martes a reforzar las precauciones.
“Quien sienta un síntoma que se vaya a hacer la prueba y debe tener el seguimiento médico.
“Hay mejores tratamientos, los medicamentos son más baratos”, dijo.
La cuarta ola está aquí, a la puerta.
La alerta Ómicron.
El trabajo para superarla es de todos.
Y de todos los días.