¿Y SI SE ACABAN LOS PLURIS?

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Si la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador logra pasar en el Congreso de la Unión y se reduce o, de plano, se acaba la representación proporcional legislativa, es decir, las curules plurinominales, seguramente la política perderá interés para muchos políticos que hoy no tienen otra forma de llegar a esos cargos, que a través del dedazo desde sus partidos.

Actualmente, por Puebla, entidad que está en la Cuarta Circunscripción, de las cinco en que se divide el país, hay cinco diputados pluris.

Llegaron sin la necesidad de hacer campaña.

Por las relaciones cupulares de sus partidos.

Por un dedazo, además en algunos casos, embarrado de nepotismo (se aplica a parentesco o posición de privilegio por compadrazgo o amistad).

Del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) son dos plurinominales: Ignacio Mier Velazco, amigo del presidente de su partido, Mario Delgado Carrillo.

Y Julieta Kristal Vences Valencia, esposa del ex delegado del Comité Ejecutivo de Morena (CEN) en Puebla, el también diputado, pero local, Carlos Evangelista.

Los dos obtuvieron la reelección y acumularán seis años, aunque ella en la primera ocasión fue de mayoría relativa.

La propuesta que esta mañana de miércoles anunció el Presidente aún está en análisis de ir por la anulación de los 200 diputados federales de representación proporcional, o solamente su disminución.

Ya este tema lo habíamos adelantado en Garganta Profunda.

Es un asunto que, sin duda, le debe estar quitando el sueño a la clase política.

Un sector importante de ésta, principalmente quienes toman las decisiones y son dirigentes partidistas, se quedaría sin hueso, sin fuero y sin abundante dieta.

Actualmente, también hay una representante pluri por Puebla, la panista Genoveva Huerta Villegas.

Su lugar de privilegio fue por ser, al momento de la repartición de candidaturas, presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE) de Acción Nacional (PAN).

En el PRI hay dos poblanos pluris: Blanca Alcalá Ruiz y Lázaro Jiménez Aquino.

El tricolor poblano no tendría ningún representante en la actual LXV Legislatura, si no fuera por esta vía, porque por su escasa votación y militancia, hoy por hoy es incapaz de ganar en tierra una curul de mayoría en el estado.

Si se acaban las curules de representación, como está analizando proponer López Obrador, ninguno, ni Blanca ni Jiménez, podrían aspirar a la reelección.

Pero el asunto es grave, gravísimo, porque de pasar esa reforma, que implicaría cambios a la Constitución, luego también tendría que aplicarse en Puebla.

Los 15 diputados y diputadas de representación proporcional tendrían que desaparecer o quedar, por ejemplo, en siete.

La disputa, que de por sí es a muerte por esos lugares, sería peor en los partidos.

Aunque efectivamente, los Congresos locales y la Cámara de Diputados serían menos costosos.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, que la misma Cámara aprueba como facultad exclusiva, se autoasignó 8 mil 045 millones 988 mil 978 pesos.

Mantener a los 500 diputados, sus secretarios, asesores, gastos, comidas, vales de despensa, gasolina, contratos, gustitos, caprichos y un largo etcétera, nos cuesta más de 22 millones de pesos diariamente.

Es necesario y urgente su reducción.

Eso sí, ¡qué pesadilla!.. para ellos, que están acostumbrados a vivir del erario.

gar_pro@hotmail.com

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