VA POR PUEBLA: LOS HILOS DE LAS BATALLAS NACIONALES

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Mientras Morena exhibió, especialmente el pasado fin de semana, sus problemas internos, graves y hasta violentos, pero que parecieran no reportarle saldos negativos en las mediciones de intención de voto, en la trinchera de la oposición también hay diferencias y enfrentamientos que, en cambio, podrían complicar la conformación de las alianzas Va por México y su versión tropicalizada Va por Puebla para 2024.

Se da por hecho que PRI, PAN y PRD irán juntos con un candidato a la Presidencia de la República y a la mayoría de las nueve gubernaturas en disputa en 2024.

Entre ellas Puebla.

Sin embargo, la conformación de esa alianza nacional y estatal no está libre de obstáculos.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ve cada vez más debilitado.

Con un dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, con muchas adversidades y a quien cada martes, desde Campeche, le sacan grabaciones y trapitos al sol.

La gobernadora Layda Sansores, en su programa en la televisión estatal, se pasa por el arco del triunfo los amparos.

Hay una disidencia que demanda su remoción del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Si eso ocurre caerán también muchos dirigentes estatales.

En Puebla, el presidente -es un decir- del Comité Directivo Estatal (CDE), Néstor Camarillo, es un incondicional de Alito Delito, como le ha apodado la gobernadora campechana, Layda Sansores.

Ahora, también en el Partido Acción Nacional (PAN) se le encendieron las alarmas a Marko Cortés Mendoza.

Esta semana en una reunión casi sorpresiva, un grupo de ex gobernadores, encabezados por Francisco Ramírez Acuña, de Jalisco, y como anfitrión el actual mandatario de Aguascalientes, Martín Orozco, señalaron yerros y llamaron a un cambio interno.

A recuperar la ruta y el rumbo.

La frase específica que utilizaron fue “limpiar la casa”.

Eso implica que, desde la visión de Juan Carlos Romero Hicks, Miguel Márquez, Francisco Domínguez y Carlos Medina Plascencia, así como con Adriana Dávila, ex aspirante a la dirigencia, la casa está sucia.

Ese cónclave y sus declaraciones tienen impacto, por supuesto, en la dirigencia de Marko.

Lo que ocurra con el presidente del CEN panista no impacta, al menos de inmediato, en la dirigencia de Puebla.

Fantasmal, llena de fobias y con sus propias pujas internas -que ya detallaré en breve-, Augusta Díaz de Rivera está a salvo en el corto plazo, pero las negociaciones de la alianza se complicarían.

En el casi inexistente Partido de la Revolución Democrática (PRD), mientras hay solidez de la dirigencia nacional de Jesús Zambrano Grijalva, se han dejado ver diferencias en la burocracia estatal.

El presidente del Comité del estado, Carlos Martínez Amador, prácticamente ha desaparecido de escena.

En tanto, los hermanos Luna Porquillo, Roxana y Vladimir han tomado la conducción, al menos mediática, del perredismo poblano.

Ella busca la candidatura de la alianza al Senado.

Presiona con el cuento de que el PRD puede llevar su propio candidato a la gubernatura.

Puro blof.

¡Por supuesto que no!

Que se den por bien servidos si conservan el registro.

Vladimir pareciera haberse aliado con una corriente de Morena y denunció los supuestos actos adelantados de sus aspirantes.

En su rato libre, además, los hermanos venden fertilizante y despensas a “precio justo”.

Todo eso complica la alianza.

Pero es su contexto ineludible.

Todos la dan por hecho.

Sin embargo, hay muchas cosas moviéndose en el ámbito nacional y local.

Y del plato a la boca….

gar_pro@hotmail.com

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