LAS CORCHOLATAS POBLANAS Y EL JUEGO DE LAS SILLAS

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A casi dos meses de que el gobernador Miguel Barbosa incitó a los aspirantes a sucederlo a expresar sus intenciones hacia 2024, la emoción por las “corcholatas” poblanas bajó notablemente de temperatura, del hervidero a casi la congelación. Sin embargo, este fin de semana, con el tan obvio destape del coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, y lo que sus adversarios hagan para contrastarlo, el tema volverá al punto de ebullición en Puebla.

En este escenario, hay una analogía con el juego de las sillas.

En cada encontronazo o medición, siempre habrá uno que quede sin lugar.

Aunque eso no impedirá que luego pueda reponerse, pues el camino hacia la decisión del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) todavía es muy largo.

Unos 15 meses, pues deberá perfilarse, a más tardar, por ahí de noviembre o diciembre del próximo año, cuando las autoridades electorales declaren inaugurado el Proceso Electoral Concurrente 2023-2024.

Tras la convocatoria sorpresiva que Barbosa realizó el pasado 4 de julio, para que los aspirantes se “pronunciaran de manera pública”, vinieron un par de semanas intensas.

Con reporteros atentos, esperando señales en los discursos.

Aspirantes que dijeron .

Otros que dijeron tal vez.

Unos más que no dijeron no.

Algunos que este fin de semana dirán “sí voy”.

Y otros que se cayeron en el camino porque esto no es una carrera de 100 metros, sino un maratón.

Y no siempre gana el que llega primero sino el que sabe llegar.

En el diagnóstico, a primera vista, el escenario nos presenta distintas estrategias.

Sobrevalorado desde sus inicios en la política, Mier Velazco aparece sin muchos recursos personales, lo que ha buscado compensar con la burda (además de ilícita) propaganda política sobre su informe, que ofrecerá este sábado en el Cholula Center.

El de Tecamachalco está desesperado y esperando, cómodamente sentado en el sillón de la cúpula morenista, a que llegue o lo ilumine el dedazo presidencial.

Al más puro estilo priista.

Pareciera que nunca Nacho Mier ha dejado de tener la piel tricolor y la oculta debajo del chaleco guinda de Morena.

A ver si no le pasa como a otros que se envejecieron esperando “la pinche señal”.

En tanto, su primo el senador Alejandro Armenta está tratando de ganarse al gobernador -con guiños que a veces caen en lo ridículo- y esperando jugar una especie de papel de tercero en discordia.

En otras palabras: que el choque de trenes entre Barbosa Huerta y Mier Velazco le deje la candidatura (y con ellos la gubernatura, porque la “oposición” en el estado da risa) en bandeja de plata.

Armenta está también en la posibilidad de presidir el Senado de la República, lo que catapultaría sus aspiraciones en Puebla.

Los secretarios del gabinete barbosista, Olivia Salomón Vivaldo (Economía), Melitón Lozano Pérez (Educación) y Gabriel Biestro Medinilla (Trabajo), quienes ya dijeron que sí, se están moviendo con sus propias armas y estrategias, en busca de posicionamiento.

Su calidad de funcionarios públicos tiene doble filo, porque la labor cotidiana los mantiene en la mira de la gente, pero cualquier movimiento en falso los puede llevar a cometer faltas anticipadas.

Olivia, Melitón y Gabriel han incrementado de forma notable su presencia en todo el estado. Un día sí y el otro también tienen contacto con diversos sectores. Saben que deben crecer rápido y eficazmente. En diciembre se hará una medición estatal que servirá como primer filtro para ver si tienen lo que se necesita para pelear por Casa Aguayo.

Está también, por supuesto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, presidente del Congreso local, que va a todos los lugares a donde lo invitan y tiene mayor margen de maniobra, pues como legislador no es considerado por las Constituciones local y General estrictamente “servidor público”.

Hábil como pocos, Sergio Salomón dará pronto un campanazo, al anunciar la incorporación de muchos priístas y ex priístas a su causa.

Muchos e importantes.

Tras eso, el PRI poblano del inexistente Néstor Camarillo quedará prácticamente en los huesos.

Del gabinete barbosista, la mención aparte la ofrece el titular de Salud, José Antonio Martínez García.

El famoso “Dr. Martínez” de las conferencias mañaneras del gobernador está agazapado.

No ha levantado la mano públicamente.

Sin embargo, tiene una gran presencia en todo el estado, con el Martes Ciudadano y las Jornadas de Salud y Vacunación.

Es, sin duda, el integrante del gabinete con mayor exposición mediática, además de que es visto con mucha simpatía por los poblanos.

“El mejor secretario de Salud del país”, ha destacado varias veces el gobernador Barbosa Huerta, quien dicen/cuentan/juran no ve nada mal al doctor Martínez García para el 2024.

En fin…

La música suena y sigue sonando.

Cuando se detenga la canción, ¿quién quedará sin silla?

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Esta columna volverá a publicarse el lunes 29 de agosto.

gar_pro@hotmail.com

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