Arturo Luna Silva
Con el ceño fruncido, el pecho erguido y el puñal entre los dientes, en el war room de la coalición “Compromiso por Puebla” advierten que en breve pondrán a circular algunos grandes, grandes escándalos contra el PRI, su candidato a la gubernatura y sus aliados.
Es más: juran y perjuran que el cielo se oscurecerá, caerán bolas de fuego, la tierra se abrirá y los mares lo cubrirán todo.
Será casi, casi el apocalipsis para Javier López Zavala.
Dinamita pura, pues.
Según me adelanta un informado –aunque fúrico- morenovallista, serán tres básicamente los temas que supuestamente van a reventar de aquí al final de las campañas:
El primero tiene que ver con la denuncia que hará un grupo de custodios e internos del penal de San Miguel que, como “testigos protegidos de la PGR y DIEDO”, revelarán detalles del trasiego de drogas al interior de esta y otras cárceles poblanas. En el epicentro, dicen, estará Filiberto López Zavala, hermano del candidato de la alianza “Puebla Avanza” y ex funcionario de la Dirección General de los Centros de Readaptación Social del gobierno del estado.
El segundo está relacionado con el personal que labora en los ranchos “El Encanto” y “Flor del Bosque”; presuntamente contarán, con lujo de detalles, cómo reputados funcionarios estatales han adquirido caballos valuados en miles y miles de dólares, obviamente con recursos del erario. Uno de los implicados sería el angelical general Mario Ayón Rodríguez, secretario de (in) Seguridad Pública.
Y el tercero (¿y último?) va ligado con las supuestas quejas que representantes de la Liga Española estarían dispuestos a hacer en público acerca de la existencia de un equipo de futbol llamado Deportivo Marín, el cual, según ellos, tendría una nómina de 100 mil pesos quincenales, dinero extraído –sugieren- de las arcas de Finanzas.
¿Será?
Ahora sí que como dijo el clásico de clásicos:
“No son santos, pero sí tienen pruebas, pues que las presenten”.