No tiene recato. Vive despreocupado de que se note su doble juego, la forma descarada en que mete las dos manos, la derecha y la izquierda, en el proceso electoral, y de que lo ha hecho por igual en la selección de candidatos en el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y en el PRI. Mario Marín Torres incluso lo presume fanfarronamente con sus cercanos, durante sus partidas de póker: jura que Miguel Barbosa y Alejandro Armenta ganarán la gubernatura y la senaduría, respectivamente. Con esos naipes marcados, más los que impulsa en el tricolor para diputados federales, locales y alcaldías, el ex gobernador ve la anhelada resurrección del marinismo.