Fue a finales del año pasado cuando Enrique Agüera Ibáñez pidió una cita urgente a uno de los más importantes operadores políticos del gobernador Rafael Moreno Valle.
El ex rector de la BUAP no quería expresar, como podría pensarse, sus mejores deseos con motivo de la Navidad y el inicio de 2014; en realidad, buscaba saber qué opinarían en Casa Puebla en caso de que se le designara como el nuevo presidente del PRI en el estado, en sustitución de Pablito Fernández del Campo, como se lo prometió su protectora, la secretaria general del CEN, Ivonne Ortega.