Aunque en Puebla la anticipada carrera hacia la candidatura de Morena a la gubernatura es un tema, hasta hoy, exclusivamente de varones, quienes son los visibles y los apresurados, sus esfuerzos y aspiraciones podrían ser en vano, si las condiciones obligan a que ese partido deba postular, por la paridad de género, a una mujer. Pareciera que nadie está pensando con la seriedad suficiente en esta latente posibilidad.
Hay un ejemplo claro de lo que puede ocurrir en nuestro estado, en los conflictos que todavía no resuelve del todo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) respecto de las postulaciones de este 2022 para seis gubernaturas.
Para entender esta guerra de géneros por las candidaturas en los estados, hay que recordar el precedente que estableció el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en 2020.
En diciembre de ese año, el otrora llamado Trife obligó a los partidos políticos a postular a mujeres como candidatas en siete de las 15 gubernaturas que se disputaron en 2021.
Llevó así el criterio de paridad de género a las gubernaturas, a pesar de que se trata de cargos unipersonales.
De este modo, los partidos están obligados a postular a tres mujeres y tres hombres en los seis estados que tendrán renovación de sus poderes Ejecutivos en este 2022.
Se trata de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Morena, el partido puntero en casi todos esos estados, postuló mujeres en Aguascalientes, Durango y Quintana Roo.
Los otros tres estados fueron para hombres.
Sin embargo, en Oaxaca, la senadora y cantante Susana Harp Iturribarría no se quedó conforme y ha llevado a cabo un proceso de impugnación, por varías vías y con varios argumentos.
La realidad es que muy pocos resolutivos le han venido favoreciendo, sobre su contrincante interno, el también senador morenista Salomón Jara Cruz, hasta hoy candidato oficial a la gubernatura oaxaqueña.
Pero hay un efecto de carambola, por una impugnación de otra entidad, que vendrían a beneficiarla, sin esperarlo.
Sería solamente buena estrella de la también integrante de la familia del magnate Alfredo Harp Helú, quien es su tío.
Ese tema y posibilidad, en específico, se abordó este domingo en la columna Templo Mayor, del diario Reforma.
“AL INTERIOR de Morena hay quienes anticipan fuertes cambios en la lista de aspirantes para las elecciones de junio próximo que involucrarían a dos estados tan distantes como distintos: Durango y Oaxaca.
“RESULTA que el Tribunal Electoral duranguense ordenó a los morenistas reponer el proceso para la elección de la ex alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela, como candidata a la gubernatura.
“Y ANTE la alta probabilidad de que el senador José Ramón Enríquez le gane a Vitela en una segunda ronda, Morena tendría que cambiar otra candidatura para cumplir con la obligación de postular al mismo número de hombres y de mujeres…
“DE GOLPE, resucitarían las aspiraciones de la senadora Susana Harp, quien podría desplazar a Salomón Jara como candidato al gobierno de Oaxaca.
“MÁS AÚN porque se dice que el gran elector de Palacio Nacional no quedó nada contento con la postulación de Jara…”
Hasta ahí la cita.
El tema lleva a la reflexión obligada sobre Puebla, que renovará gubernatura en 2024.
En el mismo proceso, además de la Presidencia, habrá otras 8 gubernaturas en juego: Ciudad de México (jefatura de Gobierno), Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Del total de 9 candidaturas a titulares del Ejecutivo, al menos cuatro deberán ser para mujeres.
¿Y si en Puebla sucede algo como en Oaxaca?
¿Y si nuestra entidad se cubre con la sombra del caso Susana Harp?
Son hipótesis.