Archivo de Febrero de 2021

Reelección, andamos de estreno

Jueves, 18 de Febrero de 2021

Lesly Mellado May

La figura de la reelección consecutiva que se aplicará por primera vez en el proceso electoral de este 2021 en Puebla avanza en medio de tropiezos pues no hay reglas claras en la legislación federal y estatal, lo que deja vacíos que son bien aprovechados.

La última decisión que se presenta es la de la sala regional Ciudad de México del TEPJF: los alcaldes y diputados que busquen la reelección pueden ejercer el cargo y hacer campaña al mismo tiempo. El fundamento del tribunal es que no hay una instrucción expresa en la Constitución local que les exija solicitar licencia.

Hacer campaña electoral ejerciendo un cargo de elección popular es una práctica en varios países; pero en México causa reticencia aunque en los hechos ha sucedido en casi todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI.

La decisión de la sala regional no fue unánime, el magistrado Héctor Romero Bolaños expuso que el Instituto Electoral del Estado de Puebla sí tiene fundamento para ordenar a los candidatos a reelección separarse del cargo, tal y como lo hizo en reglamento que fue impugnado.

Considera que permitir la figura funcionario-candidato para la reelección deja en desventaja a los que hoy buscan participar para un cargo distinto al que ya ostentan. Los diputados que quieren ser alcaldes deben solicitar licencia, así como los presidentes municipales que buscan alguna curul, porque lo mandata la Constitución.

El artículo 37 párrafo segundo de la Constitución local, establece que, para ser diputado o diputada propietario o suplente, los funcionarios públicos deberán separarse de su cargo noventa días antes de la elección.

El artículo 49 de la Ley Orgánica Municipal, establece que no pueden ser electos en la presidencia municipal, regidurías o sindicaturas, los servidores públicos municipales, estatales o federales a menos que se separen de su cargo noventa días antes de la jornada electoral.

El magistrado señala: “No se advierte que hagan distinción entre quienes aspiran por primera vez a un cargo (pero ostentan uno diverso) de aquellos que pretenden la elección consecutiva. En esta lógica surgen los siguientes cuestionamientos ¿cómo justificar que un representante popular que aspira a reelegirse no tenga obligación de separarse del cargo, cuando esto sí se exige a otras servidoras y servidores públicos que pretendan participar en la misma elección? Aún en el supuesto de que el representante popular a reelegirse no hiciera un uso indebido del cargo a lo largo de la contienda electoral, ¿cómo justificar a la luz de la equidad que a unos contendientes se les exija dicho requisito de elegibilidad y a otros no?”.

Se trata, dice Romero, de un atentado a dos principios rectores de toda elección: igualdad y equidad.

Si bien no era legal, en los hechos por décadas vimos a alcaldes, diputados, gobernadores, senadores y hasta rectores usar deliberadamente sus cargos para ganar las elecciones. Dejaban a algún encargado de despacho que se limitaba a cumplir órdenes mientras ellos se dedicaban a “buscar” el voto.

Hoy que por primera vez podríamos ver a funcionarios-candidatos avalados por la ley ¿habrá un resultado electoral diferente?

20 millones de “nuevos” pobres

Viernes, 12 de Febrero de 2021

Lesly Mellado May

Este 28 de febrero se cumple un año del primer caso de COVID en México reconocido oficialmente por las autoridades de salud. Estos doce meses han transcurrido entre tragedias personales por contagios o defunciones familiares y un quebranto económico que se ve a diario en cualquier calle del país.

Se calcula que la pandemia dejará en México unos 20 millones de “nuevos” pobres, 20 millones que no alcanzarán a costear suministros básicos para vivir.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentó un informe general sobre la situación de la pobreza en México que incluye un apartado sobre el impacto de la crisis sanitaria y los datos son desoladores.

“Los impactos derivados de la reducción de las actividades económicas podrían generar un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de personas con ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos, y de entre 6.1 y 10.7 millones de personas con ingreso inferior a la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos”.

Redondeando cifras son 20 millones de mexicanos, que se sumarán a los 80 millones de pobres registrados en 2018.

La cifra final: 100 millones en pobreza.

“Estas proyecciones muestran pérdidas importantes en los avances que se han logrado en materia de desarrollo social, amenazando la capacidad de recuperación de los ingresos de los hogares y de las unidades económicas. Esto puede ocasionar cambios en las posiciones de la población con ingreso medio y aquellas personas que no se encontraban bajo una situación de pobreza por ingresos y por vulnerabilidad en carencias sociales”, dice el Coneval.

El organismo prevé un retroceso de lo que se había avanzado en décadas respecto a la mitigación de la pobreza.

El aumento de personas en pobreza no es exclusivo de México, pero las proyecciones lo dejan como el cuarto país de América Latina que vería acrecentar más el porcentaje de personas en situación de pobreza, incluso más que el promedio de la región, y el quinto que más aumentaría en pobreza extrema.

El análisis no sólo se refiere a la pobreza por ingresos, también apunta a la brecha educativa, la disminución de personas con seguridad social, el aumento de tareas para las mujeres, la suspensión de servicios para la población discapacitada… y el aumento de la desigualdad.

Si bien el gobierno federal apuesta a las transferencias directas de subsidios, el plan no es suficiente para enfrentar la crisis arrastrada por años y que en 2020 el COVID volvió exponencial.

Viaje al centro histórico de Puebla en tiempos de COVID

Viernes, 5 de Febrero de 2021

Lesly Mellado May

Sábado 30 de enero, 10:30 horas. Unos cuantos caminan por la calle Reforma, parecieran las 7 de la mañana, pero no, el sol ya pega fuerte a las casonas vacías.

Horas antes el gobierno federal declaró que Puebla regresa a semáforo rojo por los contagios de COVID.

Es el primer puente vacacional de 2021, pero también es “día solidario”, así que las cortinas en el Centro Histórico están abajo.

El COVID convirtió a Reforma en una gran valla de negocios cerrados con estos anuncios: “SE RENTA”, “Estamos adentro, si quiere algún producto toque”, “CFE: si quiere hacer lectura de medidor mande Whats”, “Si tiene algún apartado llame a este número”, “Seguimos a sus órdenes por Whats”, “Si es proveedor, nosotros le llamamos”…

Es “día solidario” y mi generación que fue tatuada con la palabra “solidaridad” de la época salinista, no atina a acomodarla en este nuevo contexto.

El Centro Histórico se ha transformando lentamente por siglos. Supongo que la extrañeza que ahora causan las cortinas abajo, es similar a los días del siglo XVII en que por primera vez el gobierno de la ciudad contrató el servicio de limpia, tarea concesionada a Gregoria, una mulata.

En las últimas décadas vimos desaparecer poco a poco del centro histórico la librería Teorema, las cafeterías Wimpy’s y Aguirre, Rodoreda, la sede del Poder Ejecutivo. Vimos cómo abandonaron las mesas del zócalo los cronistas José Luis Ibarra Mazari, Salvador Cruz y Pedro Ángel Palou Pérez, quienes enseñaron a muchos a amar el corazón de la ciudad.

Con los años, también dejamos de ver a personajes emblemáticos como Doña Mago, dueña del más visitado puesto de periódicos; y a Abraham, el campeón de boxeo dedicado a bolear zapatos y que habita en la novela “Con la muerte en los puños”.

Es sábado por la mañana y Reforma luce vacío.

En el zócalo hay una ausencia emblemática: en los cuatro puestos de periódicos no hay periódicos.

Es el primer puente vacacional del año y no hay turistas.

Es otra era.

En unos meses un coronavirus cambió radicalmente el Centro Histórico que por décadas hemos vivido y gozado: no hay periódicos, conferencias de prensa, trascendidos, mítines, marchas, plantones, templetes, políticos, burócratas, orejitas, estudiantes, profesores universitarios, artistas, exposiciones, conciertos, molotrices, globeros, turistas, turibuses, reporteros, ni fotoperiodistas…

En el “día solidario” los restaurantes no tienen servicio en mesa, así que hay que tomar un “desayuno clandestino”. Desde el balcón, el zócalo luce hermoso pero inútil, nada es sin las manos entrelazadas de los novios, el tamborileo de las zapatillas, las carcajadas de los niños, los flashes sobre San Miguel, el tañido de María la catedralicia.

Sábado 12 horas. El centro comienza a inundarse de gente. No hay comercios, cines, museos, ni restaurantes ¿a qué llegan? ¿a dónde van?. Forman un río sin aparente motivo. Van y vienen por Reforma al Paseo Bravo donde parece domingo por la tarde.

Sábado 13:30 horas. En el supermercado de prolongación Reforma el aforo supera por mucho el autorizado. Padre, madre y dos hijos adolescentes realizan una seria asamblea para decidir qué lata de chiles en escabeche van a comprar.

Es sábado, es otra era. Es Puebla en tiempos de COVID.