Archive for January, 2013

Tres Momentos del Informe y Tres Posdatas

Tuesday, January 15th, 2013

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Tres fueron tal vez los momentos trascendentes del segundo informe de Rafael Moreno Valle.

El primero tuvo que ver con lo que podemos denominar el guiño a Enrique Peña Nieto. Sabedor de lo que opinan de él en Los Pinos y de la guerra electoral que se avecina, el gobernador trató de enviar un mensaje de colaboración y respeto al Presidente. De hecho, arrancó y cerró su discurso aludiendo al priísta, un gesto innecesario pero revelador de lo que es capaz de hacer Moreno Valle con tal de seguir adelante en su proyecto presidencial: todo, hasta caer en la lisonja. Hubiera bastado con que anunciara que impulsaría y apoyaría de inmediato la aprobación de la reforma educativa de Peña Nieto por parte del Congreso de Puebla, un poder –como se sabe- controlado de principio a fin por el gobernador y que a la fecha sigue posponiendo el tema, un tema de la más alta prioridad para el Presidente.

El segundo momento importante del evento llegó cuando Moreno Valle mostró que, contra viento y marea, se mantiene fiel a sus lealtades. El agradecimiento y reconocimiento público que hizo a la profesora Elba Esther Gordillo, su mentora, fue el acto más arriesgado del gobernador, por las implicaciones políticas que conlleva en un momento en que la dueña del SNTE y de Nueva Alianza no las trae todas consigo y, desde alguna óptica, se le ve debilitada como nunca antes desde que llegó al trono del magisterio nacional. Sin embargo, Moreno Valle no titubeó y la ensalzó como lo que es: el verdadero epicentro de su poder. Puede traerle buena o malas consecuencias, pero el gobernador fue al menos congruente. No suele negar a sus amigos, sin duda un activo en cualquier político que se respete.

El tercer momento fue cuando tocó un tema en la boca de todos: el proceso electoral de este 2013. Dijo que no meterá las manos y que respetará la autonomía del IEE y TEE. No obstante, el pronunciamiento –idéntico al que en su tiempo hicieron Piña, Bartlett, Melquiades y Marín, y que incumplieron- encerró en sí mismo una fragrante contradicción: No puede ser respetuoso del proceso electoral quien se ha apoderado de los organismos encargados de organizar y sancionar los comicios. El doble discurso es tan evidente como penoso. ¿O creerá que los poblanos todavía se chupan el dedo? A propósito: la “pinche señal” (Sierra dixit) no llegó en el informe. Todo parece indicar que si bien Tony Gali luce como su “delfín”, Moreno Valle aún tiene dudas. No dio luz y no la dio porque no ha terminado de tomar una decisión. Cualquier cosa puede pasar. Cualquiera.

Posdata 1. Quienes se encargaron de darle un pilón al gobernador poblano fueron el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y el jefe de gobierno del DF, Miguel Mancera. Ambos, en su momento, con sus declaraciones a los medios locales, lo ubicaron dentro de la carrera por la Presidencia en 2018. Mientras el panista aseguró que la administración morenovallista es “un ejemplo a nivel nacional”, el perredista dijo que RMV tiene una “importante proyección” que lo meterá a la pelea. Les debe un buen regalo de cumpleaños.

Posdata 2. Uno de los grandes ausentes del día fue el empresario Pepe Chedraui, quien pese a estar invitado no llegó. Las malas lenguas cuentan que fue llamado al CEN del PRI y que por varias razones prefirió eso a acudir al informe. ¿Pues qué de importante le dijeron? ¿O qué sabe que ni usted ni yo?

Posdata 3. Si el PRI quería pintar su raya frente a RMV, mal mensajero escogió. El diputado Ernesto Leyva se vio muy descompuesto a la hora de leer “su” pronunciamiento ante el gobernador. Las piernas le temblaban. El discurso ni siquiera fue escrito por él y ni lo ensayó. Lo peor es que no logró el cometido: mostrarse como el gran crítico y opositor de RMV, a quien ni cosquillas le hizo. ¿Y así aspira a coordinar al PRI en el Congreso? Peor, imposible.

gar_pro@hotmail.com

Moreno Valle: Proyecto Los Pinos (Un Perfil)

Monday, January 14th, 2013

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En su imagen pública, hay poco margen para la improvisación. Mide muy bien sus palabras y gestos. Sabe cómo vestir, cómo actuar, cómo colocarse, cómo posar. Nunca pierde de vista cómo se visualizará. Dedica mucho tiempo, esfuerzo y dinero, sobre todo dinero, a la comunicación.

Posee una enorme habilidad para sacar provecho de cualquier asunto, incluso los que le son desfavorables. Siempre está en el lugar y momento adecuados. Aunque se le ha caracterizado, y con razón, como un gobernante de mano dura y autoritario incluso, se ha dotado también de un halo de eficiencia administrativa, que acompaña con jornadas laborales de más de 15 horas y que suelen terminar de madrugada.

Pragmático, con una enorme vocación de poder, con una suerte endemoniada, permanece fiel a su estilo, a su forma de hacer política y a su proyecto. Un proyecto que quiere lo conduzca a Los Pinos en el (ni tan lejano) 2018.

Rafael Moreno Valle en ningún momento ha quitado la vista de su real objetivo. De diputado local, diputado federal, senador y actual gobernador del estado de Puebla a presidente de México, un camino no exento de turbulencias.

Aliado –para algunos entregado- a Televisa y TV Azteca, los órganos de propaganda e información más influyentes del país y a quienes tan sólo en 2011 dio contratos por 112 millones de pesos, todos los días Moreno Valle va acumulando minutos de presencia en la pantalla hasta convertirlas en alud de horas para promover su imagen, en una estrategia similar, si no es que idéntica, a la que en su momento llevó a cabo Enrique Peña Nieto, el “telecandidato” que ganó con amplio margen las elecciones federales de 2012.

Con el presidente electo de México comparte hasta los asesores (TV Promo y Radar Servicios Especializados) y algo más: el afán por conseguir que su nombre se grabe en el inconsciente colectivo a través de miles de spots promocionando su obra de gobierno, la grande, la mediana y hasta la pequeña.

Algunos datos duros ilustran la estrategia morenovallista: en su primer año de gobierno, Moreno Valle gastó 40.6 porciento más de dinero en publicidad para difundir su imagen y programas de gobierno que el propio Peña Nieto en su último año al frente del estado de México. Tan sólo para promocionar su primer informe, el poblano invirtió 56 millones de pesos, lo que incluyó la compra de 3 mil 266 “cineminutos”, es decir, 54 horas y 43 minutos, transmitidos entre el 6 y del 19 de enero en 164 complejos cinematográficos del territorio nacional, omitiendo paradójicamente un solo estado: Puebla.

Motivos para posicionarse a nivel nacional como un personaje político que aspira a las grandes ligas no le han faltado: una fiesta con motivo de una fecha histórica como el 5 de mayo, acompañada de una muy útil campaña de branding gubernamental, no sólo consiguió que Puebla retomara el lugar y el prestigio que había perdido a raíz del escándalo internacional de derechos humanos, abuso de poder y pederastia que fue conocido como el Lydigate y que sumió a la entidad en un sexenio de tinieblas.

También ayudó a proyectar masivamente la imagen del hombre detrás del logro: una encuesta reciente del Gabinete de Comunicación Estratégica, reveló que 7 de cada 10 poblanos cree que Moreno Valle ha cumplido sus promesas y 48% considera que ha logrado más que cualquiera de sus antecesores.

Gobernador de alternancia, que terminó contra todo pronóstico con la hegemonía del PRI en el poder local, gracias a la efeméride del 5 de mayo pudo asociar su imagen a las de Ximena Navarrete, Miss Universo 2010 y vocera del 150 aniversario de la célebre batalla en que los mexicanos derrotaron al poderoso Ejército francés; Alondra de la Parra; artistas internacionales como Chayanne y Marc Antonhy, y hasta intelectuales como Carlos Fuentes (QEPD), Jean Meyer, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze.

El resultado no ha tenido desperdicio: al tiempo que logró que Puebla se revalorara como marca y que tuviera un nuevo posicionamiento a ojos del mundo, Moreno Valle se proyectó en lo personal como un gobernante moderno, lo que confirmó a finales de 2012 que la firma alemana Audi escogiera al estado como sede de su única planta en América Latina, lo que representa una inversión de mil 300 millones de dólares, un hecho sin precedentes en casi medio siglo de historia.

Este 2013 volverá a tener la oportunidad de atraer reflectores nacionales e internacionales con motivo de su segundo informe de gobierno –para el cual ha realizado un despliegue propagandístico sin tregua y sobre todo el Tianguis Turístico, por vez primera con sede en la Angelópolis.

Nacido priísta –su abuelo fue gobernador de Puebla en la década de los 60- pero reconvertido panista por mera practicidad;  pupilo de la todopoderosa y muy desprestigiada dirigente magisterial Elba Esther Gordillo, fundamental en su arribo al poder estatal, Moreno Valle ha ido construyendo de forma paralela una serie de alianzas nacionales, que ha sabido utilizar en momentos adecuados para seguir avanzando en su objetivo.

Aunque a nivel local está enfrentado con un amplio e influyente sector de la prensa –al que ha buscado exterminar de muchas formas sin éxito- y con su partido, el PAN, con quien pese a las apariencias mantiene una disputa permanente, ha sabido sortear tempestades y mantener acuerdos con los personajes clave que en 2010 lo arroparon, y adoptaron, como candidato de una extravagante pero funcional coalición de izquierda y derecha.

Joven, casado pero sin hijos, Moreno Valle no tiene una ideología definida y por eso se adapta como un camaleón a todas las circunstancias y a cualquier variable.

Poseedor de un olfato privilegiado, se guía por instinto y a partir de lealtades y deslealtades, que premia o castiga. Y más que a Maquiavelo o Sun Tzu, sigue a Robert Greene, que en “Las 40 Leyes del Poder” recomienda armar espectáculos imponentes –como el del informe de este 15 de enero-, buscar llamar la atención a cualquier precio y manejar el arte de lo impredecible. Precisamente lo que practica todos los días de su vida, en público y en privado.

En Puebla no hay hoja que se mueva sin su permiso, ni ente o actor que le gane una partida. Sin contrapesos ni equilibrios, al viejo estilo priísta, ejerce en los hechos un gobierno controlador –muy similar a los de los tiempos del Avilacamachismo- y autoritario, que gira en torno de la premisa, maniquea, de “o están conmigo o están contra mí”.

Reacio a la crítica, controla todos y cada uno de los organismos autónomos que podrían generar tales equilibrios; maneja a su antojo a los otros dos poderes (Legislativo y Judicial), donde operan sus incondicionales; influye en la mayoría de los partidos políticos, y se ha apoderado de los organismos electorales que se encargarán de la elección local de este año.

“Por las buenas, bueno; por las malas, mejor”, dicen quienes lo conocen de cerca, los mismos que advierten quizá su peor defecto: no supera los agravios, o le cuesta mucho trabajo y tiempo superarlos, lo que le hace perder objetividad y le acarrea nuevos y no pocos enemigos. Enemigos que dado su activismo y promoción, al interior del PRI y PRD pero sobre todo del PAN, ya lo van ubicando como un potencial rival de cuidado de cara al 2018, sobre todo a partir del regreso del tricolor a Los Pinos, un dique obvio y gigantesco para su proyecto presidencial por más que ambas partes cuiden las buenas maneras.

Para Moreno Valle, obstinado y persistente, la razón de todo es el poder y cómo conservarlo y ampliarlo. Por tanto, el fin justifica los medios. Y no caben las distracciones: todo su tiempo y todo su esfuerzo van dirigidos a pavimentar su camino a Los Pinos, con base en una bien pensada estrategia de posicionamiento mediático.

¿Lo logrará? Eso está por verse, sobre todo porque gran parte dependerá de su gran prueba de fuego: los comicios locales de 2013, cuando se juega todo su proyecto político e incluso el futuro de lo que se conoce como morenovallismo.

Algunas veces se le minimiza, y otras tantas se le sobrevalora, según como gire a cada quien la rueda de la fortuna. Sin embargo, respecto a Moreno Valle, una cosa no hay que olvidar nunca: se trata de un animal político en la acepción clásica del término, pero también algo más: un animal político que nunca pierde y cuando pierde, empata.

gar_pro@hotmail.com

¿Y Todo Sin Pedir Un Solo Peso Prestado?

Sunday, January 13th, 2013

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Se necesitaría estar loco o ciego para no ver la importante obra pública realizada por el gobierno de Rafael Moreno Valle durante el segundo año de su sexenio.

Ahí están los hospitales, el rescate de la zona de Los Fuertes, los distribuidores viales Cuauhtémoc-Zaragoza y Puebla-Santa Ana Chiautempan, el Viaducto Ignacio Zaragoza, el Paso Inferior Vehicular del Blvd. Héroes del 5 de Mayo, la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial, y, con todo y sus deficiencias y conflictos, hasta los puentes SAT y UDLAP –que parece un queso oaxaqueño-, el Paseo del Río Atoyac, el Eco Parque Metropolitano, el metrobús (o RUTA), el Centro Integral de Servicios y Atención Ciudadana (CIS) y el inicio del teleférico.

Sin embargo, todo ello se ha hecho realmente, como asegura la propaganda oficial, ¿sin pedir un solo peso prestado?

Como mucho de lo que sucede en el entorno del morenovallismo, todo parece indicar que tal afirmación –reproducida por miles a través del apabullante despliegue mediático con motivo del segundo informe de Moreno Valle- es una verdad a medias, o en el peor de los casos: una mentira completa.

Y es que sí, en efecto, se ha realizado obra pública como nunca en los dos primeros años –un tercio- de un sexenio, pero la deuda pública de Puebla creció 186.2% en el mismo periodo.

Ello de acuerdo con el profesor de Economía de la BUAP Alejandro Chávez Palma, por lo que la frase “Y Todo Sin Pedir Un Solo Peso Prestado” no es sino un mito genial, otro más de esta administración.

Puebla se estableció entre los estados con mayor aumento en su deuda pública durante el sexenio de Felipe Calderón, que abarcó cuatro años del gobierno de Mario Marín y los dos primeros de Moreno Valle, para ubicarse en un saldo de 9 mil 621.1 millones de pesos.

Es decir, en el sexenio federal que terminó la deuda estatal y municipal aumentó 154%, mientras que en Puebla el alza fue de 186.2%, de acuerdo con estadísticas dadas a conocer en diciembre pasado por la SHCP.

En 2006, la deuda de Puebla sumaba 3 mil 360.3 millones de pesos, pero al cierre de septiembre de 2012 la cifra ya era de 9 mil 621.1 millones de pesos, un incremento del que no es ajeno el gobierno de Moreno Valle.

Hoy, el gobierno de Puebla tiene deuda pública directa de 5 mil 836 millones 785 mil 763 pesos, situación que presenta una desventaja sobre el promedio nacional debido a que el saldo de la deuda directa e indirecta, que suma 9 mil 318 millones 245 mil 749 pesos, es mayor que la de 2010, cuyo monto fue de 9 mil 105 millones.

Esto es, la diferencia fue un aumento de 214 millones más de endeudamiento del gobierno de Moreno Valle, aproximadamente 2.3%.

Por supuesto que la Secretaría de Finanzas tiene su propia óptica de las cosas y la presume oficialmente.

Empero, es un hecho que el saldo de la deuda directa e indirecta, en proporción a las participaciones, impuestos federales coordinados e incentivos, rebasa el 54%, mientras que llega al 2% en proporción al PIB de Puebla (423 mil 878 millones de pesos corrientes), lo que no le permite contar con un amplio margen de maniobra para financiar proyectos de alta rentabilidad socioeconómica.

Actualmente, los ingresos del gobierno estatal y de los municipios descansan, en gran medida, en fondos transferidos por la Federación, bajo criterios que se deben revisar.

De ahí que el gobierno morenovallista prefiera constituir fideicomisos cuyo objeto es adquirir cualquier título de forma irrevocable hasta la totalidad de los ingresos presentes y futuros del ISN, así como contratar créditos, préstamos, empréstitos o financiamientos por vía indirecta, incluyendo la emisión de valores hasta por un monto de 3 mil 500 millones de pesos.

En resumidas cuentas: tan sí se ha pedido más de un peso prestado, que más de 420 millones de pesos costará el saldo de la deuda del 2012 y para este año, el tercero de Moreno Valle, se tendrán que pagar 390 millones de pesos al capital y 382 millones más por intereses a favor de los bancos Interacciones y BBVA-Bancomer.

Tal vez este sea un buen momento para empezar a contar lo que hay detrás de, sí, la importante obra pública realizada por el gobierno estatal en sus primeros dos años.

No hay duda que los poblanos sabrían reconocer las dos cosas: la inversión y el acto de sinceridad.

gar_pro@hotmail.com