La socorrida argumentación de mujeres de la política y la administración pública, de que todos aquellos que las critican son machos insoportables, misóginos incorregibles y promotores de un moderno patriarcado, resulta una falsa y simplista salida a sus responsabilidades. Una fuga hacia adelante, cargada de hipocresía, doble moral, verdades a medias y mentiras completas.
Algo está pasando, y grave, en Movimiento Ciudadano (MC). Lejos de tener una radiografía certera de Puebla y sus líderes, el dirigente nacional de este partido, el senador Dante Delgado Rannauro, se está dejando embelesar por supuestos “grandes operadores” que, en lugar de sumar a los “figurones” políticos que le prometen, están arrimando cascajo puro del PRI, PAN y del morenovallismo.
Si, como ofreció en su mañanera de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador viene a Puebla el fin de semana, para supervisar los avances de la reconstrucción por los daños de los sismos de 2017, deberá llegar con algún tipo de argumento de por qué ha castigado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) tanto al estado y a los poblanos, quienes especialmente le han demostrado desaforadamente su afecto, cada una de las ocasiones que el tabasqueño se ha presentado a la competencia en las urnas.
Periodista desde 1990, Reportero, Coordinador Editorial, Director y Columnista
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